Normalicemos la denuncia, no la violencia de género

Por Yanivis Melissa Izaguirre | Periodista, Honduras

Tegucigalpa, Honduras. Los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género es una campaña internacional que tiene lugar cada año entre el 25 de noviembre, que corresponde al Dia Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres hasta el 10 de diciembre, Dia Internacional de los Derechos Humanos, lo que indica que la violencia contra las mujeres es la violación más generalizada de los derechos humanos en todo el mundo.

Esta iniciativa fue originada por activistas en la inauguración del Women’s Global Leadership Institute (Instituto de Liderazgo Mundial de Mujeres) en 1991, y sigue siendo coordinada cada año por el Centro Global de Liderazgo de Mujeres. Se utiliza como una estrategia de organización por parte de individuos, instituciones y organizaciones de todo el mundo para promover y apelar por la prevención y eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas

Aunque todos los días son propicios para hablar sobre este tema, es -sin duda- durante estas semanas se agudiza en los noticiarios. En sociedades como la nuestra, es oportuno hablarles no solo a las mujeres que están siendo víctimas de violencia, sino también a sus familiares, vecinos y amigos, pues en lugar de normalizar la violencia debemos normalizar la cultura de la denuncia, solo así podremos eliminar las licencias morales que legitiman el maltrato hacia la mujer.

Solo en lo que va del año, el 911 ha recibido 30,598 llamadas por violencia doméstica,

465 por tentativa de violencia sexual, 616 por violencia sexual, 443 por hostigamiento sexual, 38 llamadas por femicidio, entre otros tipos, según palabras de Miroslava Cerpas, comisionada de la Junta Interventora del Sistema Nacional de Emergencias 911.

Por su parte, la coordinadora residente de la ONU, Alice Shackelford, denunció que más de 300 mujeres han sido víctimas de muerte violenta en Honduras solo en 2023, lo que representa un 29% más en relación a 2022.

Es fundamental acabar con la impunidad en casos de feminicidios, como lo es también impulsar programas, acciones o campañas de comunicación enfocadas en informar y educar a las mujeres sobre sus derechos en general y, en particular, su derecho a vivir libre de violencia.

Necesitamos un cambio de paradigma, empezando por entender que la violencia contra las mujeres no es un problema de las mujeres, sino de la sociedad en su conjunto; tiene sus raíces en la desigualdad y discriminación de género, así como las normas sociales, el machismo y las masculinidades violentas y nocivas.

Ahora más que nunca, necesitamos campañas públicas que se dirijan a hombres y niños, y que promueven la tolerancia cero hacia los perpetradores de violencia.

Hay muchos tipos y modalidades de violencia que quizá para algunas personas pasan desapercibidos. Por ejemplo: si tu pareja no aporta económicamente lo necesario para el hogar o te controla exageradamente el gasto, ¡eso es violencia! No es normal que tu pareja sea el dueño de tu salario; si tu pareja te amenaza, ridiculiza, ofende y humilla a solas o frente a otras personas, ¡eso es violencia!; si tu pareja te empuja, patea y toca tu cuerpo cuando no quieres, ¡eso es violencia!; si tu pareja no te escucha, no toma en cuenta tus opiniones o toma decisiones importantes sin consultarte, ¡eso es violencia! Así que si está pasando por este tipo de situaciones, está bien pedir ayuda, porque ninguna acción que la mujer realice justifica el maltrato.

Por otro lado, se necesita asegurar que los servicios policiales y judiciales prioricen la atención y sanción de la violencia contra las mujeres. En programas presidenciales como Ciudad Mujer puede recibir información y atenciones sobre el tema, recordemos que es deber de toda la población impedir que la violencia de género se siga exacerbando.

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