Managua – Nicaragua endureció sus medidas migratorias, lo que entra en contradicción con el Acuerdo Regional de Procedimientos Migratorios en Centroamérica, conocido como CA-4, afirmó hoy el experto nicaragüense en temas de seguridad Roberto Orozco.
Con las nuevas medidas migratorias, que el Gobierno puso en vigor sin aviso público, quienes piensen viajar a Nicaragua deben demostrar que han sido invitados a visitar el país, llenar un formulario con el motivo de viaje, los datos propios y del anfitrión, antes de enviarlo a un correo electrónico del Ministerio de Gobernación, que tendrá siete días máximo para decidir si acepta el ingreso.
Aunque la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) especifica que los requisitos no son necesarios para viajes de turismo, en los procedimientos resalta que «aplica para todas las motivaciones».
El Salvador fue el primer país en emitir una advertencia a sus ciudadanos sobre los nuevos requisitos oficiales para visitar Nicaragua.
Según Orozco, la decisión nicaragüense atenta contra el objetivo del CA-4, que es la integración centroamericana a partir del libre visado entre El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.
«Esta medida es una contradicción con el CA-4, porque el principio por el cual se creó fue para facilitar la integración, si el argumento es la seguridad, actualmente es ir contra el espíritu del CA-4», sostuvo Orozco.
Para el experto, es posible que el Gobierno de Nicaragua tema el ingreso masivo de pandilleros de El Salvador, sin embargo, afirmó que lo normal en este caso es que se realice un trabajo de inteligencia específico antes de afectar a todas las nacionalidades.
Orozco también señaló que la medida demuestra la inexperiencia del Ministerio de Gobernación en temas consulares.
«El Ministerio de Gobernación lo maneja desde la óptica de la seguridad, sin importar los efectos de esa restricción», entonces lo que está haciendo Nicaragua es cerrarse hacia el extranjero «porque ven amenazas al Estado», afirmó.
En junio pasado las autoridades de Nicaragua impidieron el paso de dos agrupaciones religiosas de El Salvador, de más de 30 personas cada una, por no haber solicitado un permiso de ingreso con siete días de anticipación, aunque una de ellas demostró que lo había hecho.
