Tegucigalpa – Don Salvador Mejía, padre del menor que fue trasladado ayer desde el departamento de Copán hasta el hospital Materno Infantil de esta capital con quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo luego que le explotara un potente mortero, manifestó este domingo que su hijo se recupera satisfactoriamente en el centro asistencial.
“Está bien por la gracia de Dios”, expresó don Salvador luego de salir de la sala donde se encuentra internado el niño Salvador Adalid Mejía de 10 años de edad, aunque advirtió que los médicos le indicaron que solo Dios puede hacer el milagro de salvarle la vida más la acción que realiza el personal del hospital.
Indicó que el menor fue sometido a varias operaciones y en este momento está conectado a varios aparatos médicos tratando de salvarle la vida después que sufriera las graves quemaduras provocadas por el explosivo.
“Ahorita solamente Dios, no se sabe todavía, yo por la voluntad del Señor yo lo miro bien ahorita, pero es de esperar”, manifestó don Salvador Mejía.
Relató que el hecho ocurrió en La Entrada, Copán, luego que el menor junto a su hermanito de cuatro años, encontraron un mortero en la calle y luego se metieron a la vivienda donde explotó el artefacto, quemando a Salvador Adalid, aunque su hermanito logró salir a tiempo de la habitación.
Añadió que a las 7:30 de la mañana de ayer, él se encontraba bebiendo café cuando escuchó la fuerte explosión y cuando acudió para ver qué pasaba, encontró a su hijo tirado en el piso con su cuerpo casi totalmente quemado.
Don Salvador pidió a los hondureños y especialmente al gobierno que le ayuden ya que se vino a la capital sin dinero y únicamente con la ropa que anda puesta para lo cual pueden comunicarse al número de teléfono 9971 4635.
Finalmente, pidió a los padres de familia estar vigilantes de sus hijos principalmente en esta temporada del año que es cuando más se quema pólvora.
