Los maestros y los funcionarios del gobierno del presidente, Manuel Zelaya, no han logrado acuerdos en las intensas rondas de negociaciones celebradas el fin de semana.
Dirigentes magisteriales reiteraron hoy que no volverán a las aulas de clases hasta que el pliego de peticiones, entre las que ahora incluyen el pago de prestaciones, no sea aceptado.
Los maestros reclaman también el pago de un bono al transporte que el Estado da a estudiantes de algunos colegios oficiales, su aumento de 400 a 500 lempiras, y la extensión del beneficio a educandos de otros colegios a nivel nacional.
Asimismo demandan la inclusión de los maestros jubilados y pensionados al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Las autoridades educativas justifican el retrazo de los pagos en la falta de documentación de soporte de las plazas.
El ministro de Educación, Marlon Brevé, calificó de injusto el paro y estableció la disponibilidad del Gobierno al diálogo para buscar solución a los problemas planteados.
Fuentes extraoficiales manejan que el presidente, Manuel Zelaya, está molesto por la situación en el campo educativo y que analiza la posibilidad de destituir a Brevé.
La huelga afecta a por lo menos dos millones de estudiantes de los niveles preescolar, primario y medio a nivel nacional.