Río de Janeiro – El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien estuvo entre rejas hasta noviembre cumpliendo una condena por corrupción, agradeció este miércoles el título de ciudadano honorario que le concedió la municipalidad de París en un momento tan difícil de su vida.
«Acabo de recibir una llamada telefónica de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en la que le dije que estaré eternamente agradecido por el importante gesto del pueblo parisiense de concederme el título de ciudadano en un momento muy difícil de mi vida», afirmó el exmandatario en un mensaje que publicó en su cuenta en Twitter.
«Muy simpática y afectuosa, me dijo que me convertí en el ‘más parisiense de todos los brasileños’. Pretendo esforzarme para visitar París en breve y agradecer personalmente por la solidaridad en defensa de mi inocencia y libertad», agregó el exlíder sindical y dirigente del socialista Partido de los Trabajadores (PT).
El título de ciudadano honorario de París fue concedido por el Concejo de la capital francesa en octubre pasado, cuando Lula aún estaba preso en la ciudad de Curitiba en la que cumplió 580 días de la condena a ocho años y diez meses de prisión por corrupción y lavado de dinero que le fue impuesta.
El título de ciudadano de honra fue explicado entonces como un homenaje a Lula por su importante papel en el combate a las desigualdades sociales y económicas en Brasil mientras cumplía su mandato presidencial y una manifestación de solidaridad ante la persecución política y judicial de la que, según los concejales, el líder socialista es víctima.
En noviembre, al ser liberado gracias a una decisión de la Corte Suprema que benefició a condenados que aún pueden presentar recursos ante tribunales superiores, la alcaldesa de París invitó a Lula a acudir a Francia para recibir el título.
«Me alegra saber que el expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva fue liberado. Lo espero lo antes posible en París, donde es ciudadano honorario», afirmó entonces Hidalgo en su cuenta en Twitter.
La condecoración parisiense es considerada como un fuerte símbolo de respaldo a la democracia, ya que, desde su creación, en 2001, ha sido otorgada en 17 ocasiones para honrar a personalidades encarceladas o en peligro a causa de sus opiniones políticas, como el expresidente sudafricano Nelson Mandela, la escritora bangladeshí Taslima Nasreen, o la ganadora del Premio Nobel de la Paz iraní Shirin Ebadi.
Lula ha anunciado su intención de aprovechar su libertad para regresar a las calles de Brasil y denunciar las medidas perjudiciales para la población del actual presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
El líder socialista ha sido condenado en dos ocasiones por corrupción y blanqueo de capitales en procesos muy similares relacionados con la Operación Lava Jato, que investiga desde hace más de cinco años los millonarios desvíos que ocurrieron en la petrolera estatal Petrobras.
En la primera sentencia, ratificada en tercera instancia, recibió una pena de 8 años y 10 meses de cárcel, de los que ya cumplió 1 año y 7 meses.
La segunda fue ratificada en noviembre por un tribunal de segunda instancia que le aumentó el castigo hasta los 17 años y 1 mes de prisión. Además, tiene abiertos en la Justicia otros procesos penales de índole parecida.
Lula vio materializada su libertad en virtud de una decisión de la Corte Suprema, que declaró inconstitucional que una pena comience a ser cumplida tras haber sido confirmada en segunda instancia y aún cuando quedan posibles apelaciones en el Tribunal Superior de Justicia y en el propio Supremo.
