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Los históricos se están acabando en Cuba

Ricardo Puerta

Tegucigalpa. – Para algunas personas resulta inevitable relacionar lo que ven y leen en las noticias con eventos pasados de los que fueron testigos, directos o indirectos.

Vivir una revolución es cosa muy seria. Quienes la han experimentado, quedan inmunizados para bien o para mal, pero para siempre.

Reconstruir lo que ha sucedido en Cuba desde el 1 de enero de 1959 hasta la fecha, es muy difícil.

Muchos han muerto, otros ya están perdiendo la memoria y otros, simplemente no desean recordar, por aquello de que “recordar es volver a vivir”.

Las historias se reconstruyen sintetizando varias experiencias diferentes. Este es el caso de las respuestas a algunas preguntas que me hace Ricardo desde los eventos del pasado 11 de julio en Cuba.

Siguen 10 preguntas sobre “los generales cubanos muertos y desaparecidos” tras las protestas públicas del 11 de julio pasado.

La entrevistada, que prefiero dejarla en el anonimato, es una persona que conoce muy bien “las entrañas del monstruo” por haber estado años activa dentro del mismo. Al presente vive exilada en los Estados Unidos.

  1. ¿Cuántos generales activos y retirados han muerto, que no esperabas?

Lo que realmente no se esperaba es que después de las protestas del 11 de julio, “murieran”, en menos de 15 días por “causas no especificadas”, seis altos mandos militares, uno en activo y cinco que habían pasado a la reserva pero que se mantenían “activos” en actividades civiles. Fueron incinerados en 24 horas, desconociendo la voluntad de los familiares que querían enterrarlos, sin seguir el protocolo establecido para los funerales de personalidades históricas, ya que todos habían acumulado méritos “revolucionarios”.

  • ¿Nombres, rango y edades?

Primer general muerto después del 11 de julio – El general de División Agustín Peña, 57 años, jefe del Ejército Oriental de Cuba. Los medios oficiales de la Isla no precisaron las causas del fallecimiento ni el lugar del deceso. Agustín Peña fue ascendido al grado de general de División en 2020, participó como delegado en el VIII Congreso del PCC, celebrado en abril, y fue elegido miembro del Comité Central.

Murió inmediatamente después de que Díaz-Canel dio la orden que el ejército debía atacar a los que protestaran en las calles, y cuando empiezan a llegar a Cuba grupos de paramilitares desde Venezuela, quienes entran por Santiago de Cuba en el oriente del país.

 

General de División Agustín Peña (Foto: Agencia Cubana de Noticias)

Segundo general muerto después del 11 de julio – El general de brigada Marcelo Verdecia, escolta de Fidel en la Sierra. Tenía 80 años. Tampoco informaron las causas de su muerte ni el lugar del deceso. La prensa oficial señaló que Verdecia Perdomo se incorporó al Ejército Rebelde en 1957, con tan solo 16 años participó en la mayoría de los combates de la Columna 1 José Martí, estuvo al lado de Fidel Castro en los combates contra el ejército de Fulgencio Batista a finales de 1958. Verdecia atravesó Cuba junto al fallecido dictador en la denominada “Caravana de la Libertad” en enero de 1959 hasta Cienfuegos.

El militar permaneció en la escolta de Fidel Castro hasta que solicitó participar en lo que el régimen denominó la “lucha contra bandidos”, en la Sierra del Escambray, en medio de la Isla, que no eran otros que cubanos alzados contra el régimen, guerrilleros que se oponían al sistema que estaba emergiendo en la isla.

Participó además en Playa Girón como jefe de un batallón, y más tarde fue enviado a combatir en África… ¿Angola? Luego formó parte de unidades de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en otras provincias y territorios.

Verdecia Perdomo fue presidente fundador de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en Cienfuegos, y en abril del presente año 2021, recibió de manos del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel la condición de Héroe del Trabajo de la República de Cuba.

General de brigada Marcelo Verdecia. Foto 5 de Septiembre

Tercer general muerto después del 11 de julio – El general de División de la Reserva Rubén Martínez Puente murió a la edad de 79 años. Recibió y cumplió la orden de derribar las avionetas de Hermanos al Rescate. No se precisaron las causas del fallecimiento ni el lugar del deceso. También fue incinerado en 24 horas.

Martínez Puente fue combatiente del Ejército Rebelde en el Segundo Frente Oriental Frank País bajo las órdenes de Raúl Castro. Después de 1959 fue piloto de aviación de combate, jefe de la Brigada Aérea de San Antonio de los Baños, sustituto del ministro de las FAR, jefe de la Defensa Aérea y Fuerza Revolucionaria y director de la Unión Agropecuaria Militar, entre otros cargos.

Integró el Comité Central del Partido Comunista de Cuba y fue diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Cumplió misión internacionalista en Angola, y se le otorgaron diferentes condecoraciones.

“Su cadáver será cremado y sus cenizas se expondrán para el tributo familiar en fecha que se informará oportunamente”, concluyó la nota de prensa.

General de División de la Reserva Rubén Martínez Puente (Captura de pantalla)

Cuarto general muerto después del 11 de julio – El general de la reserva Manuel Eduardo Lastres Pacheco. No se dieron detalles de la edad del militar ni de las causas de su muerte, su cadáver fue cremado. Era natural de Yara, provincia de Granma, en la zona oriental del país; ingresó a la guerrilla de Fidel Castro en 1957, donde estuvo bajo las órdenes de Ernesto “Che” Guevara.

Posteriormente militó en la Columna número 2 Antonio Maceo, dirigida por Camilo Cienfuegos, que hizo la invasión del Occidente de Cuba.

Después de 1959, fue jefe de batallón en la llamada lucha contra bandidos, jefe de brigada, división de infantería y de las Milicias de Tropas Territoriales (MTT). Estuvo al mando de tropas cubanas en Angola.

General de la Reserva Manuel Eduardo Lastres Perdomo Foto Portal del Ciudadano Yara

Quinto general muerto después del 11 de julio – El general de brigada Armando Choy Rodríguez, el quinto en menos de 10 días, era coordinador general del Grupo de Historia de los Combatientes de Las Villas. Choy Rodríguez, murió a los 87 años, nació en la antigua provincia de Las Villas. Siendo muy joven se vinculó al Movimiento 26 de julio y luego se unió al Ejército Rebelde, específicamente a la columna del guerrillero Víctor Bordón, en el Escambray.

Según la misma fuente, participó en disímiles batallas como la toma de Banao y la toma del Cuartel de Fomento, el 16 de diciembre de 1958.

Tras 1959, dirigió el Grupo para el Saneamiento y Desarrollo de la Bahía de La Habana y fue delegado del ministro de Trabajo en el puerto de la capital.

En 1962 fue ascendido a comandante y 20 años después, en 1982, a general. En 2014 le fue otorgado el Premio Nacional de Medio Ambiente por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

 General de Brigada Armando Choy Rodríguez (derecha).

El general de brigada Armando Choy Rodríguez

Sexto militar de alto rango muerto después del 11 de julio – El Noticiero de la Televisión Cubana informó del fallecimiento del excombatiente del Ejército Rebelde Gilberto Cardero Sánchez, sexto militar cubano que falleció en los últimos 10 días en la Isla. La televisión oficialista reprodujo íntegramente una nota del Ministerio de las Fuerzas Armadas de Cuba (MINFAR) donde, como había ocurrido anteriormente, no se indicó la causa ni el lugar del deceso, se precisó que el cadáver fue cremado inmediatamente después de su muerte, siguiendo el mismo procedimiento empleado tras la “desaparición o muerte” del resto de militares reportados anteriormente como “fallecidos”.

Gilberto Cardero Sánchez fue combatiente de la lucha clandestina, posteriormente se unió al Ejército Rebelde comandado por Fidel Castro. También fue fundador del segundo frente oriental Frank País, encabezado por Raúl Castro Ruz, donde se mantuvo hasta 1959.

[Foto NO publicada)

  • En Cuba, ¿hay antecedentes de un protocolo para funerales de personalidades históricas, militares y políticas?

Podría decirse que sí, primero se publica en primera página del Granma y se replica en Juventud Rebelde.

El cuerpo se expone por lo menos 24 horas (en el caso de Fidel Castro no se expuso porque ya estaba muy deteriorado y quisieron que se recordara la imagen de cuando estaba en plenitud física). La cremación es un procedimiento nuevo, pero nunca se hace inmediatamente.

En la prensa se habla de las causas de muerte en clave:

  • “…murió después de una larga y penosa enfermedad…” = cáncer y similares
  • “…murió de una repentina enfermedad…” = del corazón o derrame cerebral
  • el suicidio no se reconoce abiertamente porque se considera que los revolucionarios no pueden disponer de su propia vida, porque “la vida de un revolucionario le pertenece a la revolución” (sic).

El lugar para los velatorios depende del lugar donde muera el personaje.

En la necrópolis del Cementerio Colón, en Ciudad Habana, existe el Panteón de las Fuerzas Armadas para depositar los restos mortales de los militares de alto rango.

Siempre se publicitaba el mensaje de pésame a los familiares de parte de Fidel y Raúl Castro.

  • ¿Por qué y cómo explicas sus desapariciones y muertes con las manifestaciones del 11 de julio?

Sin querer entrar en controversia, con excepción del primero que no había nacido en enero de 1959, estos generales pertenecían a la ‘vieja guardia’ que sigue una ideología en la que se refuerzan (y se auto-reforzaban) continuamente con el mantra de que ‘el ejército rebelde era el ejército del pueblo’.

Las protestas del 11 de julio tomaron a la mayoría por sorpresa, sobre todo lo rápido que se replicaron por toda la Isla, contagio reportado hasta 40 pueblos.

Escuchar a Díaz-Canel, un imberbe que lo que sabe de la revolución lo mal aprendió en libros mal escritos, “azuzando a los militares contra la población que masivamente protestaba”, imagino que fue algo muy difícil de digerir para estos generales históricos.

  •  ¿Cuándo se convirtieron «en traidores»?

Yo no los calificaría de “traidores”, en primer lugar, porque no sé hasta qué punto estaban planeando el derrocamiento del gobierno.

Sí puedo afirmar hechos relacionados con los militares cubanos que llaman la atención.

Primero, existe un documento redactado en 1988 por una comisión nombrada por el presidente Ronald Reagan, intitulado “Santa Fe II”, en el cual se aconsejaba, en el caso de Cuba, a la nueva administración que asumiera el gobierno en los EE.UU. tras las elecciones, establecer contacto con los militares cubanos para lograr la transición. Especialmente con aquellos militares que habían estado en la guerra de Angola.

¿Por qué se aconsejaba tal cosa? No lo sé, habría que preguntárselo a los que todavía están vivos o hacer una investigación de archivo en los papeles de la época que hayan sido desclasificados.

Segundo, a mediados de 1989, se encausó, juzgó y condenó a la pena de muerte por fusilamiento al general de división y héroe de la revolución, Arnaldo Ochoa, condenado por una variedad de crímenes y delitos de corrupción.

A ese juicio, conocido como la causa No. 1 del 89, le siguió la causa No. 2 del 89. Además de los cuatro fusilados, dos pertenecientes al Ministerio de las Fuerzas Armadas y dos al Ministerio del Interior, y el infarto en prisión del ex ministro del interior, José Abrahantes, se produjo el desmantelamiento e intervención del Ministerio del Interior por el Ministerio de las Fuerzas Armadas.

El mantra que se utilizó era que todos los fusilados y sentenciados a largas condenas en prisión habían cometido los delitos ‘con el desconocimiento’ de Fidel Castro.

Ese momento en la historia de Cuba fue un punto de giro para muchísimos que hasta ese momento habían apoyado la revolución. Porque no cabía la menor duda, entonces y ahora, que los fusilados, en especial el general Ochoa y el coronel La Guardia, habían seguido las órdenes directas de Fidel Castro, quien ahora los sacrificaba.

Si bien aquellos hechos no llegaron a más, porque los militares recibieron ‘el mensaje’ del Máximo Líder, los del MINFAR nunca le han perdonado a Raúl Castro que no impidiera el fusilamiento de Ochoa, quien tenía mucho prestigio entre las tropas que fueron a Angola. Los del MININT tienen atragantada la intervención del MINFAR, la cual ha continuado hasta el presente.

No menos importante es señalar que antes de la causa No. 1 del 89, la de Ochoa, hubo un proceso de ‘depuración’ dentro de las fuerzas armadas. Alrededor de 400 oficiales, influidos por la ‘perestroika’ y la ‘glasssnost’ que se estaba llevando a cabo en la ex Unión Soviética insistieron en la necesidad de las reformas y les costó la degradación, separación del cargo y prisión domiciliaria…a saber.

  • ¿Qué significado tienen estos eventos de protesta en los 60 años de vida del régimen? ¿Son nuevos? ¿Relación con eventos anteriores, sus diferencias y parecidos?

Estos eventos se han politizado con el tiempo. Yo diría que el primer y gran evento de descontento fue el asociado con la embajada del Perú y el Mariel.

El segundo, en 1994 con el Maleconazo y Guantánamo.

Y el tercero, el 11 de julio pasado… dicen que a la tercera va la vencida… veremos si es verdad.

  • ¿Y qué significan esas protestas para el futuro de Cuba? ¿Inmediato o a largo plazo?

Estas protestas son el principio del fin. Ya se atravesó el punto de no retorno y no hay vuelta atrás.

Si el gobierno hace cambios, le estará diciendo a la gente: ‘si protestas yo hago concesiones’. “Si arrecia la represión, la historia y la psicología nos enseñan que, a mayor represión, mayor reacción”.

Como quiera que se pongan…no hay arreglo.

  • ¿Qué sucederá con el régimen comunista de Cuba después que muera (o maten a) Raúl?

Si no salen antes del poder, veremos la cara todavía más sangrienta de la nueva generación de los gobernantes cubanos.

  • ¿Cómo ves a Díaz Canel, como Máximo Líder de un gobierno cubano sin Raúl? ¿Es de verdad Díaz Canel la cabeza directiva del Gobierno? Y si no lo es… ¿quién o quiénes lo son?

Hay demasiadas pugnas y luchas internas por el poder (léase dinero) en la nueva generación de gobernantes.

Ninguno es líder. Todos han llegado a donde están por decisión de Fidel (cuando vivía) y del sobreviviente Raúl.

Una vez muertos todos los históricos, no hay relevo ideológico y quedarán al descubierto los verdaderos intereses de los ‘hombres nuevos’ en Cuba.

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