La medida, según Naciones Unidas, es temporal y el personal regresará «en cuanto lo permitan las condiciones de seguridad».
«La ONU, que apoyó a los libios en su revolución en 2011, no los abandonará mientras buscan construir un Estado democrático», añadió el portavoz, que confió en que la misión pueda retomar su cooperación con las autoridades del país cuanto antes.
Naciones Unidas ya anunció la pasada semana que había sacado del país a parte de sus empleados debido al empeoramiento de las condiciones sobre el terreno.
La evacuación de todo el personal se produce después de que ayer al menos nueve personas murieran y más de veinte resultaran heridas en los enfrentamientos ocurridos en la zona del aeropuerto de Trípoli entre milicianos de la localidad de Zintán, que controlan las instalaciones, e integristas islámicos.
Debido a los choques, el aeropuerto suspendió sus vuelos hasta nuevo aviso.
Libia es escenario desde la caída del régimen de Muamar el Gadafi de una tensa situación de seguridad, que las autoridades de transición no han logrado solventar y que ha ido empeorando en los últimos meses hasta desembocar en una profunda crisis.