Tegucigalpa- El economista Julio Raudales analizó la situación económica de Honduras, destacando que, aunque la inflación está bajo control en niveles manejables, esto no significa que sea baja.
«Después de Nicaragua, somos el país con la inflación más alta en la región, situada históricamente entre el 5% y 6%. La gente se pregunta por qué vivir en Honduras es tan caro, y la respuesta está en las pésimas políticas públicas y los incentivos equivocados para el consumidor», afirmó, en entrevista con Proceso Digital.
Raudales explicó que las medidas de corto plazo, como las tasas de política monetaria (TPM), alivian temporalmente la situación, pero no generan beneficios sostenibles en el bienestar de la población.
A esto se suma una preocupación creciente sobre las reservas internacionales del país, que han disminuido desde el inicio de la administración actual. «Comenzamos con reservas suficientes para seis meses de importaciones, y ahora estamos en 4.2 meses, un nivel aún tolerable, pero con tendencia a la baja. Honduras está jugando con el límite de lo que se considera adecuado, que es no bajar de tres meses de importaciones», advirtió.
El economista subrayó que gran parte de las reservas dependen de las remesas familiares, que aportan cerca de 9.000 millones de dólares al año, en contraste con los 500 millones que representan la inversión extranjera directa.
Sin embargo, esta dependencia de las remesas, combinada con la débil atracción de inversión extranjera y el lento crecimiento de las exportaciones, pone en riesgo la sostenibilidad económica.
Sobre la devaluación del lempira
Raudales también se refirió al tema del tipo de cambio, destacando que el lempira está sobrevaluado, una situación reconocida por el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante la firma del último acuerdo con Honduras. «El compromiso era ajustar el valor del lempira a su nivel real, pero al mantener artificialmente un tipo de cambio irreal, se incentiva a las personas a consumir productos importados en lugar de estimular la producción nacional», explicó.
Finalmente, el economista llamó a implementar decisiones estructurales y políticas públicas efectivas que permitan al país generar un entorno económico más estable y competitivo. «Honduras necesita dejar de depender tanto de las remesas y de un tipo de cambio ficticio. Es indispensable fortalecer las bases de nuestra economía para garantizar el bienestar a largo plazo, concluyó. LB