La independencia nacional y la estrategia de seguridad humana “Municipios de Bienestar Solidario”

H. Roberto Herrera Cáceres
Comisionado Nacional de los Derechos Humanos
 
La independencia nacional de Honduras significa tener nuestro propio Gobierno y organizarlo de manera que sea justo y protector de los derechos de los habitantes, poniendo nuestro destino, como Sociedad y Estado, en nuestras propias actitudes y comportamientos ciudadanos y como servidores públicos.

El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos ha asumido y cumple actualmente con su misión constitucional y compromiso cívico, hacia todo el pueblo en su conjunto, en cuanto a servir de garantía del Estado de la protección y promoción de los derechos humanos, y actuar siempre hacia ese fin, realizando actividades normales de supervisión de la administración pública, fortalecimiento del Estado de Derecho, atención a las quejas o denuncias, investigaciones, inspecciones, capacitaciones, mediaciones, acompañamientos, orientaciones y otros servicios públicos esenciales.

El Plan de Acción del CONADEH 2014 – 2020. “Vanguardia de la Dignidad Humana”, traza la senda del proceso para que la dignidad cese de permanecer en la retaguardia o entre los últimos temas de preocupación en los asuntos públicos y privados, y ocupe el primero que le corresponde como prioridad y fin supremo de la sociedad y del Estado. Por ello, el CONADEH hace de la dignidad humana el estandarte de acción permanente contra la injusta realidad que continuamos viviendo y que es contraria a nuestro Estado constitucional, democrático, social y de Derecho.

Hemos así asumido el papel de promotores activos del cambio pacífico y, sin perjuicio de atender crisis coyunturales, nos ocupamos de sensibilizar sobre las causas profundas de nuestros problemas como personas, comunidades locales y comunidad nacional. Causas irresueltas aún por indiferencia, vacíos y, en general, por falta de cultura democrática y educación en derechos humanos en las actitudes y comportamientos de quienes somos parte de la misma sociedad y, con ello, del mismo Estado.

Constatamos y reconocemos que las actuales crisis existenciales, estructurales y coyunturales, requieren de deliberadas soluciones durables que no pueden lograrse en ninguna forma, por la desviada vía de los arreglos políticos tradicionales que, en general, han consistido en la forma de compartir el ejercicio del poder por el beneficio indebido que pueden derivar de mismo, más que por ponerlo al servicio de la protección y respeto de la dignidad humana de todo el pueblo, sin distingos políticos, sociales o de otra naturaleza, y con atención especial a la mayoría de la población hondureña que vive en la pobreza y exclusión social. Esa mayoría poblacional es la más afectada por la violencia, la delincuencia organizada y no organizada, el funcionamiento deficiente de los servicios públicos, la degradación del medio ambiente, las repercusiones del cambio climático, los incendios forestales, sequías, inundaciones, plagas forestales y agrícolas, pérdidas de cultivos e insuficiencia de alimentos.

Por ello, propugnamos soluciones que hoy necesitamos para sustentar la paz social estable y permanente que conduzca al desarrollo sostenible del pueblo entero para liberarlo del temor y de la pobreza, y dotarle de los útiles necesarios para que viva su dignidad, en un ambiente de oportunidades para su progreso económico y social, en democracia y libertad.

El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, por el espíritu de cambio pacífico que lo anima, va más allá de las palabras, de los discursos, de lo teórico y de actos formalistas en materia de promoción de los derechos humanos. Es democracia viva lo que hace el CONADEH en los territorios, en especial, por medio de la Estrategia de Seguridad Humana para el Desarrollo Local
Sostenible: “Municipios de Bienestar Solidario” que ha incidido en personas y comunidades que hoy comienzan a recorrer senderos de dignidad para vivir el goce y cumplimiento de sus derechos y deberes humanos, y crear bases firmes para la convivencia armónica, la justicia económica y social, y la democracia real.

Esta estrategia local, después de 3 años de haberse iniciado y avanzado como proceso de desarrollo en 36 municipios distribuidos en los 18 departamentos de la República: ha llegado a ser reconocida, a nivel nacional, como parte de la política de transparencia, integridad en la gestión pública y lucha contra la corrupción, tal como se hace en el IV Plan de Acción Estado Abierto Honduras 2018 – 2020. Esta es una conquista de las comunidades desde los territorios locales. Ahora se trata de asegurar que las comunidades estén siempre solidariamente unidas para que nadie les arrebate esa conquista social y política que hace factible la vida ordenada en familia y en comunidad para fomentar el bienestar, por medio del esfuerzo colectivo y la gobernanza democrática, en municipios de derechos humanos.

“Municipios de Bienestar Solidario” es estrategia de seguridad humana para el desarrollo local sostenible porque es medio preventivo y de solución de conflictos que permite a las personas y comunidades superar sus temores y amenazas provenientes de la pobreza, el desempleo, las crisis recurrentes, los incendios forestales, sequias, inundaciones, escasez de alimentos, plagas, deterioro del medio ambiente, enfermedades, violencia, delincuencia incluyendo corrupción e impunidad.

Esta seguridad humana es el puente hacia condiciones que permitan el desarrollo sostenible personal, familiar y social de los habitantes, en paz, libertad y democracia. El desarrollo sostenible es el proceso de cambio progresivo de la calidad de vida de las personas y comunidades, con su participación; por medio del crecimiento económico inclusivo y con equidad social; del cambio de los métodos de producción y de los patrones de consumo, con respeto al pluralismo ideológico y a la diversidad; y favoreciendo relaciones armónicas con la naturaleza.

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