En el acto previo al inicio de las sesiones, que empiezan este martes, el presidente del tribunal, el peruano Diego García-Sayán, celebró la relevancia de unos trabajos que pretenden en su itinerancia «acercar la CorteIDH a los verdaderos y esenciales destinatarios de su razón de ser: la gente, los pueblos de América».
También recordó que en el continente se han «dado pasos importantes» en los últimos años «para ir superando etapas de violaciones masivas y sistemáticas de derechos humanos» en algunos países.
Aunque se requiere «todavía completar y satisfacer muchos temas de la agenda democrática y social, pero van en una dirección a través de la cual sí se han conseguido cosas importantes en materia democrática» y cuanto a la administración de justicia, destacó.
Entre los avances citó la aceptación del «control de convencionalidad», un sistema que «le da una responsabilidad particular a los jueces nacionales» de aplicar criterios emanados del sistema interamericano de derechos humanos, así como el «diálogo jurisprudencial» entre la CorteIDH y los tribunales constitucionales de varios países.Leer nota.