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Iglesia Católica llama a comenzar el 2018 sin odio y sin rencor

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Tegucigalpa – La Iglesia Católica llamó este último día de 2017, a comenzar el año nuevo sin odio y sin rencor y a retomar la costumbre en la sociedad y en la familia de bendecir a los semejantes.

-Demandó comenzar el año nuevo reconciliándose con Dios y con el prójimo no deseándoles el mal, la destrucción y la muerte.

Así lo manifestó en la homilía dedicada a la Sagrada Familia oficiada por el cura párroco de la iglesia catedral metropolitana San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, padre Juan Carlos Martínez y donde el ausente fue el cardenal Óscar Andrés Rodríguez.

El prelado también cuestionó que los hondureños ahora estamos más propensos a maldecir, a desear el mal, a desear lo peor, hoy la palabra dice terminemos el año suscitando una bendición en nuestro corazón.

Descubriendo la manera de cómo bendecir a los demás, de cómo desear lo mejor a los demás, de cómo pedir e interceder a Dios para que nuestros prójimos, nuestros semejantes, nuestra familia, encuentre en Dios la respuesta a sus necesidades, a sus problemas, a sus enfermedades.

Martínez se refirió a un proyecto, a un propósito al inicio del año que comienza y aludió la recomendación que Dios dio a Moisés, una bendición que se ofrece al pueblo, que se derrama sobre los hijos de Dios.

“Qué bonito poder terminar el año sabiendo que Dios nos bendice, sabiendo que Dios mismo desea para nosotros todo lo mejor; bendecir es desear bien y eso es lo que el Señor muestra en la primera lectura”, apuntó el prelado.

Recalcó que Dios siempre bendice a sus hijos, pero tal vez de lo que no nos damos cuenta en la lectura es que también nos invita a bendecir a los hijos de Dios, al pueblo de Dios.

“Tal vez eso es lo que se nos ha olvidado, tal vez es eso lo que no tenemos presente en nuestra vida o se ha perdido la costumbre que a veces se otorgaba en el seno familiar, cuando uno estaba pequeño y salía de casa, a la escuela o a jugar con la familia, aun cuando ya estábamos jóvenes e íbamos al colegio o al trabajo, la costumbre era que los padres daban la bendición al salir de casa para que nada les sucediera, para que Dios los cuidara, los protegiera y tal vez esa costumbre se ha perdido en la familia”, recordó.

Cuestionó que esa costumbre en el ambiente de nuestra sociedad es la misma realidad en los grupos de oración, como que tampoco se practica, no se acostumbra a bendecir a nuestros hermanos

Reiteró su petición a terminar el año bendiciendo y no maldiciendo, deseando lo mejor, lo bueno, lo más grande y no deseando lo peor, no deseando la muerte, no deseando destrucción.

“Que al comienzo del año tengamos la oportunidad de bendecir nuestra familia y de encomendar a nuestra Honduras en la presencia del Señor, así es como queremos terminar el año, reconciliándonos con Dios, reconciliándonos con nuestro hermano, dando la paz en el interior de nuestro corazón para entrar en una armonía llena de amor como Dios nos ha creado, como Dios nos ha hecho, Él nos ha hecho en el amor, para vivir en el amor”, enfatizó.

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