– Pidió a las nuevas autoridades: justicia social y jurídica, así como muchas obras a favor de la población, además que sean servidores fieles, honestos y auténticos.
Durante el mensaje de la homilía dominical, impartida por el vicario de la Iglesia Católica, Carlos Rubio, se destacó que la tarea de todos los hondureños es hacer el bien porque “es triste que se diga al final de nuestra vida, pasó haciendo nada o pasó haciendo el mal”.
Destacó que Honduras se encuentra en la parte final del gobierno que fue liderado por el presidente Porfirio Lobo y que está por iniciar otra nueva gestión que encabezará el mandatario electo, Juan Hernández.
En ese sentido subrayó que “sería positivo que se diga, pasó haciendo el bien, está haciendo el bien al pueblo pobre, al pueblo necesitado” y calificó como “vergonzoso” que se diga, “no hizo nada por Honduras, ni por los pobres”.
Consecuentemente, el líder católico enfatizó que “el actual gobierno que se encuentra a días de concluir, hizo poco o nada por la población a la cual solamente cargó de impuestos.
“Estas autoridades no hicieron nada, lo que hicieron fue cargar al pueblo con tributos y con impuestos”, reiteró.
Seguidamente, acotó que “ojalá que podamos ver muchas obras de las nuevas autoridades y muchas obras a favor del pueblo”.
Rubio dijo que reconoce que existen algunas obras del gobierno que está por concluir, pero que “ojalá que sea cada día más superable y más intensas a favor de este pueblo”.
En otra parte de su sermón, pidió a las nuevas autoridades que gobernarán el país que prediquen con el ejemplo de “justicia social y justicia jurídica; que todos los que acuden a las autoridades y al Poder Judicial, Ministerio Público, obtengan justicia”.
Recalcó que “este pueblo está habido de justicia y de paz”, por lo que hizo un llamado a los hondureños para que “pidamos a Dios que ilumine a nuestras autoridades para que vivan y apliquen la justicia como Dios manda, como Dios pide y como la ley lo ordena porque ya basta de impunidad”.
Igualmente, Rubio insistió que las nuevas autoridades deben iniciar con el espíritu de “ser servidores de un pueblo que necesita de servidores fieles, honestos y auténticos”.
El líder católico puntualizó que “nosotros como cristianos y hondureños, no dejemos solas a nuestras autoridades, acompañémosles para que cada día devuelvan al pueblo lo que el pueblo les ha mandado a hacer, gobernar a favor de todos y por el bien común”.
