Financiamiento y alianzas marcan escenario preelectoral

Por:

Compartir esta noticia:

Tegucigalpa A escasos días de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) convoque a elecciones generales en noviembre próximo, el ambiente político ya está en apogeo y el proceso está siendo marcado por la veeduría ciudadana, el pulso al financiamiento de las campañas, la elección de los comisionados de la Ley de Política Limpia y las candidaturas políticas definidas y por definirse.

El mes de mayo comenzó agitado en términos políticos electorales, en donde la crisis del Partido Anticorrupción (PAC) ha venido a alterar el cronograma electoral—no en el TSE—pero sí en la ciudadanía, militantes y simpatizantes de ese partido que ven con asombro como un proyecto político que arrancó con esperanzas de cambio se resquebraja por diversos factores, entre ellos decisiones erróneas de quienes lo lideran.

La crisis del PAC, que este domingo 21 de mayo, tendrá su desenlace cumbre cuando se oficialice la asunción del control del partido por parte de la diputada Marlene Alvarenga, seguirá marcando el proceso electoral pues la facción que preside Salvador Nasralla anuncia otros recursos legales ante las instancias judiciales y contra el mismo TSE.

Nasralla y sus allegados ha hecho labor de incidencia ante los organismos de la cooperación internacional exponiendo su situación, en un afán por querer revertir tendencias y ganar tiempo para ver si es posible rescatar el control de ese partido.

En tanto, se mueven en paralelo en la construcción e inserción de una Alianza política opositora que tendrá también el 21 de mayo su desenlace cuando salga un candidato entre Nasralla—sin la fuerza institucional del PAC—Xiomara Castro, Guillermo Valle o Manuel Zelaya.

En la víspera de la asamblea convocada por la Alianza, que también se realizará este domingo 21, el presidenciable Luis Zelaya, desnudó el compromiso de Manuel Zelaya, coordinador de Libre, – quien según le contó Salvador Nasralla, –  ya se comprometió en ungirlo a él como el candidato a la presidencia.

Otro escenario político que se mueve: la construcción de una alianza encabezada por Libertad y Refundación (LIBRE) con dos posibles aspirantes en la figura de Xiomara Castro y Manuel Zelaya, que dejó entrever recientemente que existe la posibilidad de correr por la reelección para enfrentar al actual presidente Juan Orlando Hernández.

Guillermo Valle del PINU/SD, no parece liderar, pero tampoco descarta, encabezar la fórmula presidencial.

Los caminos de la Alianza

No obstante, la Alianza de Oposición quiere ir más fortalecida y de aquí al 21 definirá si espera o no a los liberales para integrarse, últimos que han fijado una posición en cuanto a que la cabeza debe ser su candidato presidencial, Luís Zelaya, dado el repunte del partido en los comicios primarios de marzo pasado y el entusiasmo que su candidato está causando entre los electores liberales e independientes.

Luis Zelaya ha tomado el control de los sellos del Partido Liberal y tiene un Central Ejecutivo bastante renovado. En su discurso en la convención sorprendió a los liberales y a la ciudadanía al pedir perdón a los liberales que se sintieron ofendidos con el partido por la crisis política del 2009.  Su discurso incomodó a algunos liberales, pero otros lo vieron como un mensaje conciliador, de tender puentes para ir zanjando heridas.

No obstante, Luís Zelaya ya dejó entrever que, si la Alianza de oposición no prospera en términos de la candidatura presidencial, existen otras formas, siendo ellas a nivel de diputados o de gobiernos locales.

Las cartas parecen estar echadas, porque en un intento de lograr la candidatura presidencial única este miércoles, los tres representantes que promueven la Alianza de Oposición no lograron un acuerdo con el candidato presidencial liberal Luis Zelaya.

Zelaya fue claro que tiene un mandato de la convención liberal de encabezar la fórmula presidencial, mientras Manuel Zelaya de Libre, Nasralla del PAC y Valle del Pinu salieron con un documento de 16 páginas.

Mientras este capítulo termina de definirse el 21 de mayo, entra a la escena electoral la Ley de la Política Limpia y la Unidad de Fiscalización de las campañas políticas. Los responsables de la Unidad aún no han sido nombrados, pero se espera que en junio ya estén en posesión de sus cargos.

Las expectativas de la Unidad son grandes pues deberán correr contrarreloj para empezar a montar el sistema por el cual auditarán las campañas. Deberán definir si tienen tiempo para los tres sistemas electivos o solo para el presidencial. Ya tienen una fórmula para calcular costos en cada uno de los tres cargos electivos: presidencial, diputados y municipal. También tienen techos para las donaciones privadas, así como potestad para suspender el secreto bancario en caso que detecten transacciones atípicas.

Pero los techos de los montos de campaña, a nivel presidencial, por ejemplo, empezaron a asustar a candidatos como Luis Zelaya y el propio presidente Hernández, cuando en un evento de capacitación sobre la ley de política limpia a los miembros y aspirantes nacionalistas, se dijo que el techo andaba por los 460 millones de lempiras.

Luis Zelaya dijo que ese monto le parecía demasiado oneroso para un país tan pobre como Honduras, en tanto el presidente Juan Orlando Hernández, dijo estar sorprendido por el límite, también lo consideró alto.

La veeduría ciudadana

Los partidos políticos iniciaron en medio del proceso electoral, una capacitación a su gente sobre los alcances de la ley de la política limpia, a cargo de la MACCIH, cuyo vocero, Juan Jiménez Mayor, fue directo al indicarles que la asistencia es de tipo técnico. Jiménez aludió a la neutralidad de la Misión en los temas políticos y pidió a los partidos respetar ese principio de la MACCIH.

Mientras el G-16, conformado por los más influyentes cooperantes externos, mostró, en una misiva remitida al presidente del Congreso Nacional, su preocupación por las modificaciones a la Ley de Política Limpia, un detalle que los diputados Alfredo Saavedra del partido Liberal y Antonio Rivera, nacionalista, han considerado no corresponde, aunque ambos dijeron estar abiertos a conversaciones para que los jefes de misión conozcan el fondo del tema.

Ambos advirtieron la existencia de interesados en bloquear la normativa. “Estamos poniendo los ojos donde no deberíamos”, dijo Saavedra.

Si la cancha político electoral inicia la víspera con escenarios agitados, la observación ciudadana no se hace esperar. Se suma al ruedo  una instancia civil de veeduría para tomar el pulso al proceso electoral en al menos cinco aspectos: conteo rápido, política limpia, investigación financiamiento de campañas, propuestas y discursos; monitoreo, entre otros.

Es la instancia civil denominada Observación N-26, en alusión al día de las elecciones, y está conformada por varias organizaciones de sociedad civil, académicas, de mujeres, periodistas, Iglesia Católica, entre otras.

Observación N-26 señala que en función de los avances, características y las circunstancias que rodeen el proceso electoral, presentarán informes periódicos, alertas ciudadanas y recomendaciones pertinentes para mejorar el marco normativo e incorporar las mejores prácticas que contribuyan a fortalecer los procesos electorales del país.

La credibilidad de las elecciones, la transparencia del proceso y la calidad de las propuestas de los aspirantes políticos serán parte del trabajo de esta instancia ciudadana de observación nacional.

A medida que se acerque el día de los comicios, otras organizaciones también se harán sentir en su labor de veeduría, pero al final será la ciudadanía la que decida en las urnas el futuro de una democracia que después de la crisis política de 2009, tomó un cariz diferente.

spot_img
spot_img

Lo + Nuevo

spot_img
spot_img
spot_img
spot_imgspot_img