Los hondureños asesinados el domingo en horas de la noche y encontrados la mañana del lunes en una residencia ubicada en la Calle Rosario en la avenida Álvarez en Rio Grande, Texas, fueron identificados como Marco Antonio Sierra (46), José Manuel Vargas Linares (40) y Noel Castillo Lagos (37).
Según uno de sus familiares, todos se dedicaban a la agricultura, pero laboraban como ayudantes de construcción.
Rómulo Murillo uno de los parientes de las víctimas, se apersonó a la Cancillería para pedir apoyo en la repatriación de los cadáveres de los tres hombres.
Asimismo, pidió al gobierno que pida una investigación a las autoridades estadounidenses ya que sospechan que el suceso fue producto de un homicidio perpetrado por un pariente del dueño de la vivienda donde se encontraban las víctimas.
“Pedimos una investigación de la muerte de nuestros parientes, que se investigue quién los asesinó”, señaló Murillo.
Los tres hombres fallecidos eran originarios de Orica, norte de Francisco Morazán.