“Encarguitos” con armas, drogas y municiones cada vez más frecuentes en Honduras

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Tegucigalpa – Cada vez se vuelven más frecuentes los envíos de encomiendas hacia Honduras conteniendo armas, drogas, dólares, municiones y otros productos ilícitos. Los “encarguitos” suelen ingresar por las mismísimas aduanas del país, un hecho que va en ascenso, reconocen las autoridades.
 

– Del norte del continente llegan armas, municiones y dólares; del sur vienen drogas y precursores para elaborar estupefacientes. Las empresas o personas destinatarias, nunca son localizadas por las autoridades.

Durante las últimas semanas, ha sido del conocimiento público el decomiso de armas y municiones de grueso calibre, generalmente provenientes de los Estados Unidos.

El envío de precursores químicos para la elaboración de drogas es otra práctica común. Cargamentos desde Asia, Europa y Sudamérica llegan a la Empresa Nacional Portuaria, donde con frecuencia son decomisados por las autoridades locales. Sin embargo, también suelen ingresar por el aeropuerto Ramón Villeda Morales de San Pedro Sula.

Una fuente policial, que prefirió el anonimato, dijo que “en el caso de los estadounidenses a éstos no les importa que contienen las encomiendas que salen de ese país. Ellos hacen mucho énfasis en lo que llega a su territorio, no así lo que sale”.

Otro de los consultados por Proceso Digital, el portavoz de la Policía en el norte del país, César Johnson, resaltó que gracias a novedosos escáneres que funcionan en los predios de la Empresa Nacional Portuaria (ENP), se han logrado propinar fuertes golpes a las bandas criminales que operan en el territorio hondureño.

El oficial explicó que una agencia bancaria es la encargada del servicio de escaneo de mercaderías que entran y salen por la aduana de Puerto Cortés. “Gracias a estos novedosos equipos hemos logrado incautar algunas mercancías prohibidas”, apuntó.

Detalló que muchas de las encomiendas que son enviadas de Estados Unidos, especialmente aparatos eléctricos, son aprovechadas para ocultar armas, dólares y municiones.

En tanto, expresó que “todas las encomiendas que vienen del sur del continente sufren de metódicas revisiones y les damos especial énfasis para detectar si vienen drogas o materia prima prohibida”.

Al ser consultado sobre el porqué los operadores de justicia nunca logran detener a las personas o empresas a quienes vienen dirigidas las “encomiendas”, el portavoz policial afirmó que “estas compañías por lo general brindan direcciones y nombres falsos; lo otro es que quien comete el delito es el que hace el envío y eso nos complica un poco la investigación”.

Johnson puntualizó que “los policías tenemos una gran experticia para saber que encomiendas son sospechosas, también los agentes aduaneros en base a su experiencia han desarrollado esas cualidades, pero definitivamente con el apoyo de Fusina (Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional), es mucho más difícil que haya importación de armas, drogas, municiones o dólares, sin ser detectados por nosotros”.

En recientes declaraciones, la directora de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI), Miriam Guzmán, afirmó que los decomisos de mercadería ilícita le preocupan mucho, porque además de la defraudación que se ha comprobado también se ha detectado que a través de las aduanas ingresan a Honduras armas y sustancias peligrosas.

“La modalidad de intervención es diferente a lo que se ha dado en años anteriores y se espera que sea una operación exitosa”, dijo Guzmán.

Recuento de últimos “encarguitos”

El 29 de enero de este año, dos días después de la toma de posesión del presidente Juan Hernández, en las instalaciones de la Empresa Nacional Portuaria (ENP), se logró el decomiso de 2 mil 098 kilos de cocaína.

La gran cantidad de drogas venía a bordo de un contenedor procedente de Cartagena, Colombia, y estaban dirigidos a una empresa comercial de San Pedro Sula, norte del país.

Las dos toneladas de droga, que su valor en el mercado estadounidense ascendía a unos 80 millones de dólares, estaban ocultas en láminas huecas de tabla yeso.

El decomiso de precursores químicos es otro hecho que se repite con regularidad, tanto en la aduana de Puerto Cortés como en la terminal aérea sampedrana.

Cabe recordar que el 5 de febrero, agentes de la Policía de Fronteras incautaron en el aeropuerto Ramón Villeda Morales de San Pedro Sula, una docena de barriles con supuestos precursores químicos para la elaboración de droga.

Además, el 5 de marzo, la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN), reportó el decomiso en la aduana de Puerto Cortés de 240 barriles conteniendo supuestos precursores químicos que se utilizan para la elaboración de drogas.

El producto decomisado venía procedente de Bogotá, Colombia, y el destino final era para una empresa ubicada en la norteña ciudad de San Pedro Sula. Cada barril contenía 55 galones de ácido clorhídrico, un ingrediente esencial para la elaboración de estupefacientes.

En tanto, el 8 de marzo mediante intensos operativos de la Fuerza Antievasión en los predios de la ENP, se produjo la incautación de armas, municiones y cargadores.

Entre las armas confiscadas figuró un fusil 223 Remington, una pistola escuadra 360, dos cajas de munición; una de 9 milímetros con 50 cartuchos, así como otra de 25 cápsulas de munición Remington y una mira telescópica para Remington.

El cargamento fue enviado desde Miami, Estados Unidos, según lo confirmó la Policía.

También, el pasado 12 de marzo, miembros de la Policía Nacional y del Ejército hondureño, decomisaron un contenedor con supuesto químico para elaborar droga, siempre en la Empresa Portuaria.

El último decomiso data de la presente semana, cuando agentes asignados a la Fuerza Nacional de Seguridad Interinstitucional (Fusina), detectaron dentro de un contenedor, al menos mil proyectiles para fusil AK-47, los que venían desde Estados Unidos y fueron encontrados en los predios de la Portuaria.


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