Emergencia: Honduras bajo cóctel de enfermedades respiratorias

Tegucigalpa – Miles de casos de influenza, al menos 10 muertes por la ola de calor, otras 10 por dengue grave se registran en lo que va del año en Honduras tras una catastrófica temporada de calor y de humo que mantiene una contaminación sin precedentes, a la que las autoridades han respondido con una emergencia nacional.

Más allá de ello y pasado el periodo de la canícula, Honduras se enfrentará a anunciadas lluvias severas productos del fenómeno de la Niña lo que de acuerdo a los expertos traerá consigo otro cúmulo de enfermedades.

La Secretaría de Salud ha desplazado personal sanitario para inocular en contra de enfermedades como sarampión, viruela y paperas, de este trío de enfermedades se ha detectado un rebrote de casos en la población.

La emergencia decretada por dengue toma al país con más de 16 mil casos y 10 fallecimientos, tres de ellos en el Distrito Central.

Al menos nueve de los 18 departamentos registran una cantidad alarmante de casos en apenas cinco meses del presente año. Por ello los hospitales en alerta máxima son: Occidente (Copán), Santa Bárbara Integrado, Aníbal Murillo (Olanchito), San Isidro (Colón), Atlántida (La Ceiba), Gabriela Alvarado (El Paraíso), Roberto Suazo Córdoba (La Paz), Mario Catarino Rivas (SPS) y Hospital Escuela (DC).

En Honduras circulan cuatro serotipos de dengue, una enfermedad causada por el mosquito “Aedes Aegypti”, responsable también de la transmisión del chikunguña y el zika.

Honduras sufrió en 2019 la peor epidemia de dengue de su historia, con 112 mil 708 enfermos registrados y 180 muertos, de acuerdo a datos oficiales. En tanto, la enfermedad cobró la vida de 31 personas en 2023.

En la actualidad existe un alto nivel de contaminación atmosférica y la mala calidad del aire derivará una serie de padecimientos a corto, mediano y largo plazo.

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Desde la zona sur del país se ha informado el deceso de al menos siete personas. Los casos están ligados con los golpes de calor que derivan en paros respiratorios. Igualmente, al menos tres personas fueron impactadas por las inclemencias del clima que acabó con sus vidas.

El denominador común de esta decena de fallecimientos es que las personas padecían enfermedades y se agravaron por los golpes de calor.

Cóctel tóxico y lo que viene…

El cóctel tóxico que se manifiesta como una capa de humo en el territorio hondureño, es mucho más que un problema pasajero que terminará con las primeras lluvias, incluso cuando se disipe las consecuencias empezarán a aflorar.

Así lo advirtieron expertos consultados por Proceso Digital, quienes prevén que a corto plazo el país experimentará repuntes no sólo de enfermedades respiratorias, sino de enfermedades cerebro-cardiovasculares.

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Lo anterior sucede a causa de la acumulación actual de las partículas del aire contaminado en el sistema respiratorio y sanguíneo de las personas.

Es así que lo que en la actualidad es un simple síntoma como un dolor de cabeza, ardor de ojos o irritación de la piel, en el futuro puede derivar en una enfermedad crónica como neumonía, conjuntivitis, accidentes cerebrovasculares o un paro respiratorio.

La doctora Reyna Durón.

“Pulmones esponja”

Para que podamos comprender qué está sucediendo, imaginemos que nuestros pulmones son como esponja, en este momento están absorbiendo todas estas malas partículas que se manifiestan en la capa de humo, dijo a Proceso Digital, la neuróloga e investigadora científica, Reina Durón.

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La experta detalló que no sólo estamos absorbiendo cenizas, sino también gases tóxicos. Todo se está acumulando y va generando reacciones, apuntó.

El anterior panorama se complica más si la persona padeció COVID-19, fuma o simplemente ha estado expuesta en la calle en las últimas semanas, reflexionó.

Simplemente las personas pueden terminar con una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, advirtió la científica.

Los meses siguientes van a ser difíciles, ya aumentaron las enfermedades respiratorias agudas, pero ahora viene un aumento de las enfermedades crónicas.

No existen estadísticas en áreas como la atención neurológica en Honduras, pero sin duda se presentará un aumento.

Ver: En aumento enfermedades cardiopulmonares, alerta la doctora Suyapa Sosa

Los síntomas pueden iniciar como un simple dolor de cabeza o con ardor de ojos, agregó.

Concluyó que todos los hondureños estamos recibiendo un impacto, pese a mostrar una buena salud en la actualidad, las consecuencias se pueden iniciar a manifestar en pocos meses.

El toxicólogo Carlos Roque.

“Olla de presión”

En conversación con Proceso Digital, Carlos Roque, especialista en toxicología del Centro Nacional Toxicológico de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Centox), definió la actual parafernalia de la capa de humo como una “olla a de presión” que pronto estallará.

Refirió que a nivel de ciencia se conoce las unidades de material particulado, pero en realidad se desconoce la naturaleza química de esas partículas, es decir en la actualidad solo podemos conocer el grado de saturación de las partículas.

Las actuales partículas que se suspenden en el aire contaminado no se quedan solo en vías respiratorias sino que pueden alcanzar los alvéolos (ramas pequeñitas de los tubos de aire dentro de los pulmones) y desde ahí pasar al torrente sanguíneo y sistema linfático.

Ver: Conadeh recomienda adoptar medidas urgentes para proteger la salud de las personas

En otras palabras, una vez que estas partículas entran en nuestros cuerpos quedan en nuestros tejidos y muy difícilmente salen, razonó el toxicólogo.

En estos momentos solo estamos acumulando partículas en nuestro organismo, pero a corto plazo se pueden manifestar las consecuencias, por eso esto es una olla de presión que pronto puede estallar.

Aun cuando se disipe la capa de humo no significa que ya dejamos de respirar partículas tóxicas, zanjó.

Una nueva era del cambio climático

El toxicólogo Roque dedujo que la capa de humo es a la vez una nueva era del cambio climático en Honduras, ahora se iniciará a ver las consecuencias.

Dentro de esas consecuencias se debe esperar un repunte en los padecimientos cardiovasculares, esgrimió.

Hay evidencia de que estos contaminantes, especialmente el monóxido de carbono, el óxido nítrico y óxido nitroso tienen efectos en la salud pública y estos componentes se pueden identificar en el cóctel tóxico que conforman la capa de humo.

Ver: Unas 153 mil muertes anuales en el mundo, entre 1990 y 2019, se asocian a olas de calor

Tanto el corazón como el cerebro son los más afectados porque son los dos órganos que más oxígeno necesitan para funcionar. Cuando tenemos estos ambientes saturados, los órganos sufren una sobredemanda y se lleva el cuerpo al estrés oxidativo (desequilibrio entre la producción de especies reactivas del oxígeno y la capacidad de un sistema biológico de neutralizar rápidamente los reactivos intermedios o reparar el daño resultante). Para que se entienda esto es un daño en los tejidos, caviló.

Aunque no es un tema tan fácil de cuantificar, pero sí se puede decir cualitativamente que las personas que ya tienen un expediente clínico o padecimiento pueden sufrir un deterioro, estas condiciones en un futuro se podrán apreciar en un repunte de las atenciones médicas, ultimó.

El exviceministro de Salud, Roberto Cosenza.

Consecuencias a corto plazo

De su parte, el cardiólogo hondureño, Roberto Cosenza, dijo a Proceso Digital que la capa de humo dejará afectaciones a corto y largo plazo una vez se disipe, acción que podría ocurrir en los próximos días.

Sin embargo, a corto plazo se podrán observar afectaciones como asma bronquial, alertó.

Ver: Capa de humo tiene que ver con transporte público, según experto

Bronquitis y neuro-neumonías, serán otras afectaciones sin dejar de lado como conjuntivitis crónica. Todas estas enfermedades son de riesgo cardiovascular que pueden derivar en un infarto, explicó.

Si existen factores predisponentes, es decir enfermedades de base, se puede derivar en la muerte, externó.

De momento lo que esperan los hondureños es la llegada de las lluvias para que la capa de humo se disipe y con ello los altos niveles de contaminación, aunque habrá que estar atentos al cóctel de enfermedades que se avizoran por las razones ya explicadas. RO

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