Bruselas – Cómo el arte puede servir como motor del cambio social es el hilo que vertebra una exposición en un edificio del Parlamento Europeo de Bruselas, con obras de varias generaciones de artistas visuales que han estado comprometidos con problemáticas sociales a lo largo de su carrera.
Titulada ‘Creadores de cambios. Del arte comprometido al activismo democrático’, la muestra inaugurada esta semana en el edificio del Parlamentarium de la Eurocámara reúne a artistas con largas trayectorias como el pintor informalista italiano Emilio Vedova (1919-2006) o el escultor alemán ‘A.R. Penk’ (1939-2017).
También están presentes las obras de artistas jóvenes contemporáneos como ‘Rethink’ de la húngara Sára Bányai, un juego destinado en un principio a los habitantes de la ciudad sueca de Malmö que busca fomentar la participación social para mejorar la convivencia comunitaria o ‘Democratic Body’ (Cuerpo democrático), un espectáculo de danza poética llevado a cabo por la maltesa Sam Alekksandra y el berlinés Leander Kämpf.
«Es interesante ver cómo varias de las propuestas y obras de los jóvenes activistas parten de metodologías y estrategias de trabajo que requieren momentos de deliberación, diálogo, negociación, y votación; similares a los que caracterizan el juego de la política en un sistema democrático parlamentario», señala en declaraciones a EFE el cocurador de esta exposición, Óscar Muñoz Sánchez.
En la muestra, que se podrá visitar en Bruselas hasta el 16 de febrero de 2025, cuando se trasladará a la sede del Parlamento en Estrasburgo (Francia), estos artistas más jóvenes se sumergen en el denominado ‘Artivismo’, un género artístico híbrido que combina las técnicas de las artes visuales y performativas con las estrategias y objetivos del activismo.
«El peso e influencia del artivismo en el panorama artístico actual, a escala internacional, es innegable, y encuentra un gran aliado y un medio de difusión privilegiado en las redes sociales», apunta Muñoz.
El recorrido se compone de cuatro capítulos dedicados a la libertad de expresión, libertad de gestos y de lengua; la ética y libertad política, democracia y voto; la migración: integración e identidad europea y la atención a los más vulnerables, en los que se percibe la huella de la fusión entre el arte y el activismo.
Precisamente, según Muñoz, lo que se busca con esta exposición es «transmitir interés hacia el trabajo de artistas contemporáneos que se han comprometido en defender la libertad de pensamiento y expresión» del mismo modo que confronta obras de artistas consagrados con propuestas más jóvenes.
Gran parte de las obras presentes en los distintos apartados del recorrido forman parte de la colección de arte contemporáneo del Parlamento Europeo, creada en 1980 por iniciativa de Simone Veil (1927-2017), la primera mujer presidenta de la Eurocámara, para reunir obras procedentes de los países que en aquel momento conformaban la Comunidad Económica Europea, y con la premisa de dar prioridad a artistas jóvenes.
La idea de Veil acerca del poder del arte, se refleja a lo largo de toda la exposición en la que las obras de los artistas ponen el foco en «la práctica artística como una comunicación en nombre de la comunidad a la que a la que pertenecen, así como un testimonio crítico sobre temas actuales de importancia social», según consta en el folleto de la muestra.
«Una exposición como esta es muy pertinente en el momento actual. Es bueno que los ciudadanos, en este caso el público de la exposición, cobren conciencia de su responsabilidad y su capacidad para defender la democracia parlamentaria y las libertades esenciales de un sistema democrático», cree Muñoz. EFE