Tegucigalpa. – En uno de los apartados del World Investment Report 2024 (WIR 2024), denominado Tendencias de la política de inversión, se plantea que: “El número de medidas de política de inversión adoptadas en 2023, fue del 25 por ciento inferior al de 2022, pero todavía en línea con el promedio de cinco años.
La mayoría de las medidas, 72 por ciento, fueron favorables para los inversores. El equilibrio general entre medidas favorables (liberalización, promoción, facilitación) y otras menos favorables (restricciones de entrada y operación) se mantuvo sin cambios” (WIR 2024, p. 6).
Según la inteligencia artificial ChatGPT, las medidas más frecuentes utilizadas por los países en desarrollo para atraer la inversión extranjera directa (IED), suele abarcar aspectos como: 1) Incentivos Fiscales: Exenciones o Reducciones de Impuestos; Deducciones Fiscales; y Créditos Fiscales. 2) Facilidades Administrativas: Simplificación de Trámites; y Ventanillas Únicas. 3) Protección Legal: Acuerdos Bilaterales de Inversión (BITs); y Reformas Regulatorias. 4) Infraestructura: Desarrollo de Infraestructura; y Zonas Económicas Especiales (ZEE). 5) Mano de Obra: Capacitación y Educación; y Flexibilidad Laboral. 6) Estabilidad Macroeconómica: Política Monetaria y Fiscal Sólida; y Tipo de Cambio Competitivo. 7) Acceso a Mercados: Acuerdos Comerciales; e Integración Regional. 8) Promoción y Marketing: Agencias de Promoción de Inversiones; y Eventos Internacionales.
De acuerdo con ChatGPT, todas esas “medidas buscan crear un entorno atractivo y seguro para los inversores extranjeros, fomentando el crecimiento económico y el desarrollo sostenible en los países en desarrollo”; sin embargo, en los países en desarrollo por diversos factores muchas de tales medidas no logran ponerse en práctica, especialmente por la escaza disponibilidad de adecuados recursos humanos y financieros, y sobre todo, por la implementación de políticas públicas que suelen deteriorar el clima de negocios, con acciones que perjudican la seguridad jurídica y que atentan contra la estabilidad macroeconómica de sus naciones.
¿Cuáles de todas esas medidas de atracción de IED se están utilizando en Centroamérica, Panamá y República Dominicana? Un indicador indirecto de los resultados de una buena o mala política de atracción de inversión externa, se puede obtener con los datos relativos a las salidas totales de IED en los últimos seis años.
Usando únicamente las salidas totales de IED en el período del 2018 al 2023, los datos del WIR 2024 muestran que de Costa Rica salieron US$ 565 millones, de Guatemala US$ 2,394 millones, de Honduras US$ 732 millones, de Nicaragua US$ 239 millones, de El Salvador US$ 92.36 millones, de República Dominicana US$ 382 millones, y de Panamá US$ 1,659 millones.
Esos datos permiten constatar que las mayores salidas de IED ocurrieron en Guatemala (2,394), Panamá (1,659) y Honduras (732). Por el contrario, a las tres economías con menores salidas de IED se registraron en El Salvador (92.36), Nicaragua (239) y República Dominicana (382). Costa Rica queda en un lugar intermedio con US$ 565 millones de salidas de IED.
Esa modalidad de análisis no tiene en cuenta el tamaño de cada economía, pues la lógica indica que en los países con mayor Producto Interno Bruto (PIB), debería producirse una mayor salida de IED.
Usando un deflactor alusivo al PIB en dólares de cada país durante el 2022, y que mantiene al PIB de Costa Rica igualado a un índice de 100, se obtienen resultados con algunas novedades como los descritos en seguida.
Los cuatro países con mayores salidas de IED son: Guatemala (1,744.90), Honduras (1,597.90), Panamá (1,501.22) y Nicaragua (1,056.12). Al introducir las correcciones Honduras pasa al segundo lugar, y Panamá que anteriormente estaba en segundo pasa al cuarto lugar. A su vez, El Salvador y República Dominicana continúan siendo las economías que muestran menores salidas de IED, ya que a esos países les corresponden valores de US$ 196.85 y US$ 233.04 millones respectivamente, mientras Costa Rica cuyo PIB se utiliza como base del deflactor, continúa alcanzando una salida de IED de US$ 565 millones.
Los últimos datos presentados, implican que los países donde se aplican políticas gubernamentales adversas a la inversión extranjera directa IED), son en su respectivo orden: Guatemala, Honduras, Panamá y Nicaragua; en tanto los que reflejan mejores condiciones para la IED, son en el orden correspondiente: El Salvador, República Dominicana y Costa Rica.
No estoy completamente seguro si las clasificaciones arriba presentadas tienen la suficiente validez, pero de lo que estoy muy convencido reside en que los hondureños andamos bastante mal en lo que concierne a la atracción de inversión extranjera, especialmente por tanta manifestación contraria al capital.
Invito a otros analistas hondureños que demuestren un panorama diferente al contenido en este escrito.