“Realmente ha sido un invierno bastante irregular que no nos ha permitido, como en años anteriores recibir y captar la mayor cantidad de agua posible hasta alcanzar niveles de llenado; este año ha sido la diferencia, no nos han favorecido las lluvias en las cuencas hidrográficas”, arguyó el funcionario.
En ese sentido, aseveró que los niveles de los embalses de Los Laureles y Concepción, se mantienen, sin embargo, las producciones se han levantado principalmente en Los Laureles y se espera que con dos buenas lluvias que ocurran en las cuencas hidrográficas, la represa se pueda llenar.
Detalló que la producción en Los Laureles se ha levantado de 350 a 611 litros por segundo, mientras que con la represa inflable que se ha instalado recientemente en Los Laureles, se esperan captar la mayor cantidad de agua, pero que servirá para el próximo verano.
Indicó que el agua que se capte en los meses de septiembre y octubre, servirán para el próximo verano.
Señaló que los racionamientos que provienen de los embalses de Concepción y Los Laureles, se han estabilizado a un día de por medio, aunque a diario se escuchan las quejas a través de los medios de comunicación de parte de abonados que se quejan por los prolongados racionamientos que son hasta por cuatro días.
Añadió que el problema severo ha venido ocurriendo con la fuente de El Picacho, que depende de las aguas superficiales de La Tigra que ha generado que se establezcan racionamientos de hasta cada cuatro días, aunque ahora se ha vuelto a un día de por medio tal como en época de invierno ya que se ha estabilizado la producción en beneficio de la población del sector noreste de la capital.
Explicó que las lluvias en forma constante hacen que el bosque se mantenga bastante húmedo y es la garantía de tener un próximo invierno apropiado, pero la ausencia de lluvias como está ocurriendo actualmente en la capital no humedece el terreno y no se pueden mantener los caudales especialmente en las fuentes superficiales y no se pueden establecer horarios favorables de suministro del líquido.
“Esperamos que en esta segunda etapa ya pueda mejorar esta situación y asegurarle a la población ya no tanto para lo que queda de este año sino para el próximo verano, porque venimos de uno de los veranos más críticos en comparación con años anteriores; las últimas lluvias del año pasado fueron en septiembre y estamos prácticamente a nueve meses cuando se han visto los mejoramientos en las fuentes superficiales aunque no en las cuencas de Los Laureles y Concepción, sin embargo, esperamos que el comportamiento de este invierno cambie en lo que falta del año y poder asegurarle a la población un mejor horario de servicio”, argumentó Romero.
