Cinco hechos sobre la inmigración ilegal en los EE.UU.

Por: Ricardo Puerta

Tegucigalpa. El número de inmigrantes no autorizados en los Estados Unidos se ha estabilizado en los últimos cinco años, tras décadas de rápido crecimiento. 

En el último quinquenio, sin embargo, han cambiado los países de donde solían proceder estos inmigrantes. Desde el 2009, México es la nación que más ha disminuido en el número de inmigrantes no autorizados a Estados Unidos.

Según el Centro Pew con sede en Washington, entre 2005 y 2010 un millón trescientas mil personas migraron de EE.UU. a México. De ese total, 985,000 fueron migrantes de retorno. Curiosamente, si bien las deportaciones realizadas por el Gobierno de Obama llegaron totalizar 2,6 millones,   los deportados a México representan solo el 11% entre los nacionales que retornaron a su país durante ese período.

Esto significa que un buen número de migrantes “eligió” volver a México voluntariamente. El mejoramiento de las condiciones económicas en México y una amplia reforma de la Ley de Inmigración mexicana en el 2011, se citan como los factores que explican, en forma más directa, la inversión del flujo migratorio neto entre México y Estados Unidos.

Mientras esto sucedía en el mismo período, los países centroamericanos –El Salvador, Guatemala y Honduras– y ciertos de Asia, aumentaron sus flujos migratorios irregulares hacia Estados Unidos, según reporta el Centro de Investigaciones Pew.

En el caso hondureño, entre cien mil y sesenta mil nacionales se van anualmente del país “cómo puedan” hacia EE.UU, por 3 motivos: casi todos (88%) para emplearse en un trabajo seguro y de buena paga, y el resto (12%) por razones de inseguridad y de reunificación familiar. Las tres causas están siempre presentes, aunque en distinto grado, en el migrante que se va hacia Estados Unidos, en su gran mayoría por tierra y sin la debida documentación, ilusionado con el “sueño americano”.  

A continuación comentaré cinco hechos sobre la población de inmigrantes no autorizada en los EE.UU. Es oportuno que el lector conozca las características y dinámica de esta población –legalmente no autorizada en Estados Unidos– para que llegue a tener una idea a qué se dedican sus miembros y los riesgos que enfrentan cuando éstos se ocupan en el mercado laboral norteamericano.

Aprovechando la coyuntura actual, el escrito, como tiene información de cambios poblacionales entre los Estados de la Unión Americana, podría darle también al lector un agregado para entender mejor, y hasta para sugerirle causas, en torno a algunas de las proyecciones y resultados que conoce sobre las elecciones presidenciales, de reciente realización en los Estados Unidos de América.

Los cinco hechos siguen brevemente detallados:

1) Había 11,1 millones de inmigrantes no autorizados en los EE.UU en el año 2014, población que no ha mostrado cambios significativos desde 2009 y que representaba el 3,5% de la población total del país. El número de inmigrantes no autorizados llegó a su máximo en el 2007, con 12,2 millones. En ese año representó el 4% de toda la población de EE.UU.

2) El número total de inmigrantes no autorizados en la población civil del mercado laboral estadounidense ascendía a 8 millones en el 2014. Equivalente al 5% de toda la población laboral activa norteamericana, contando a los ocupados y a los desempleados que buscan un trabajo.

La proporción del 5% de inmigrantes no autorizados en el total de la población civil económicamente activa en el 2014, disminuyó ligeramente al comparar la existente en los años 2009 (5,2%) y 2007 (5,4%). Además, ese 5% se multiplica al menos cinco veces en las ocupaciones agrícolas (26%) estadounidenses y tres veces (15%) en el sector de la construcción. Esos dos sectores en la economía estadounidense prefieren contratar a trabajadores migrantes de origen mexicano, centroamericano y de otros países de origen latino. Razón: porque ambos sectores, agrícola y construcción, mantienen en la economía estadounidense un déficit o vacío estructural constante:   la oferta de trabajadores nacidos en Estados Unidos es mucho menor que su demanda real.

Contrario a lo anterior, la proporción del 5% de inmigrantes no autorizados en el total de la población civil del 2014, no supera el número de trabajadores nacidos en Estados Unidos activos en las industrias y en el resto de las ocupaciones de la economía norteamericana, exceptuando el empleo en el área de servicios que suponen irregularidad laboral y aislamiento social.

3) Los trabajadores procedentes de México representaron el 52% entre todos los inmigrantes no autorizados que se encontraban en Estados Unidos en el 2014. Sin embargo, en los últimos años, su número esta un descenso. En el 2014 había 5.8 millones de inmigrantes mexicanos no autorizados viviendo en los EEUU, menos que los 6,4 millones estimados en el 2009. Aunque en el mismo período 2009-2014, el número de inmigrantes no autorizados, procedentes de otras naciones, creció desde de 325,000 en el 2009, a 5.3 millones en el 2014. Las poblaciones de inmigrantes no autorizados que aumentaron en esos años, procedían mayormente de países asiáticos –de China en su mayoría– de países centroamericanos – de mayor a menor en número: salvadoreños, guatemaltecos y hondureños– y de las naciones sub- Saharianas, o de los países del conteniente africano que no limitan con el mar Mediterráneo. Los aumentos sucedidos en los inmigrantes no autorizados procedentes de estos 3 tipos de países en el período 2009- 2014 compensaron, en gran parte, la drástica baja que hubo en esos años en EE.UU. de trabajadores mexicanos inmigrantes no autorizados.

4) El 59% del total  de los inmigrantes no autorizados que se encontraban en la nación norteamericana en el  año 2014, vivía en 6 Estados de la Unión Americana: California, Texas, Florida, Nueva York, Nueva Jersey e Illinois. Pero ello cambió desde el 2009, año en que el capitalismo norteamericano reporta haberse superado de su última crisis económica-financiera nacional. Desde el 2009 al 2014, la población de inmigrantes mexicanos no autorizada disminuyó en siete estados: Alabama, California, Georgia, Illinois, Kansas, Nevada y Carolina del Norte, de los cuales en 5  de ellos –Alabama, Georgia, Kansas, Nevada y Carolina del Norte—se encuentran ubicados fuera del área donde en el 2014 estaba concentrada  la mayoría de los inmigrantes no autorizados.

Durante el mismo período pasó lo contrario en seis estados de la Unión Americana. En ellos más bien aumentó la población de inmigrantes no autorizados. Ello ocurrió en Luisiana, Massachusetts, Nueva Jersey, Pensilvania, Virginia y Washington. En esos Estados, los aumentos se debieron al crecimiento de poblaciones de inmigrantes no autorizados procedentes de otros países, y no de México, excepto en Luisiana, donde hubo una gran afluencia de mexicanos en la población que se instaló o regresó tras el Huracán Katrina.

La evidencia de los cambios poblacionales en Luisiana de inmigrantes mexicanos no autorizados está en el Censo estadounidense del 2010 y en las investigaciones hechas, tras el Huracán Katrina, en el 2006, por las Universidades de Tulane y California en Nueva Orleans, la ciudad más grande del Estado de Luisiana.

5) Una proporción decreciente de inmigrantes no autorizados había vivido en los Estados Unidos menos cinco años – el 14% de los adultos en 2014, comparado con el 31% en el 2005. En el 2014, la mediana en años que los adultos migrantes no autorizados han vivido en los Estados Unidos, ascendía a 13,6, es decir, la mitad de ellos había vivido por ese número de años en EE.UU. Solo el 7% de los inmigrantes mexicanos no autorizados había vivido en EE.UU menos de cinco años en el 2014, comparado con el 22% de los inmigrantes no autorizados procedentes de otros países.

En base a todo lo anterior, el lector puede ahora convertirse en analista y ver si los cambios poblacionales ocurridos en los Estados con migrantes no autorizados tienen alguna relación con las predicciones y resultados electorales presidenciales conocidos. Para facilitar el análisis ayudaría tener en mente los 3 tipos de Estados de la Unión que convencionalmente se aceptan en el actual mapa electoral norteamericano: los totalmente predecibles, (en paréntesis, el número electores), que son: para los Demócratas, California (55), Nueva York (29) y Hawai (4); y para los Republicanos Texas (38), las Dakotas (3 en cada una) y Carolina del Sur (9).  Los de “campo de batalla”: Florida (29), Pensilvania (20), Ohio (19) y Carolina del Norte (15) donde desde 1960 nadie ha sido electo Presidente sin ganar al menos dos de estos cuatro estados”. Y los indecisos que son Colorado (9) Iowa (6), Michigan (16), Nevada (6), New Hampshire (4), Virginia (13) y Wisconsin (10).

El presente artículo usa de referente principal, aunque no único, el original en inglés de “5 facts about illegal inmigration in the U.S.”, producido por Jeffrey S. Passel, demógrafo; Jens Manuel Krogstad y D’ Rivera Cohn, ambos escritores y editores. Los tres son destacados profesionales en el prestigioso Centro de Investigación Pew.  Además del mencionado artículo en inglés, casi todas las estadísticas aquí mencionadas provienen del Centro Pew. Queda bajo la entera responsabilidad del autor de este escrito citarlas y analizarlas en el texto.

Si el lector desea saber más sobre las tendencias de la población inmigrante no autorizada por cada Estado de la Unión Americana, por país de nacimiento y por región donde el inmigrante vive,  entre a: http://www.pewresearch.org/fact-tank/2016/11/03/5-facts-about-illegal-immigration-in-the-u-s/?utm_source=Pew+Research+Center&utm_campaign=4c927196ce-EMAIL_CAMPAIGN_2016_11_02&utm_medium=email&utm_term=0_3e953b9b70-4c927196ce-399551041    Y  en esa dirección digital dispondrá de un mapa interactivo y una tabla detallada, que muestra las estimaciones de la población inmigrante no autorizada por cada estado. La información se publicó originalmente el 18 de noviembre de 2014 y después fue actualizada por los profesionales del Centro Pew.

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