Criterios
Aquí ya no importa hacerlo bien
Antes, hacer las cosas bien era motivo de orgullo. No de vanidad, sino de dignidad. La gente salía de su casa sabiendo que su palabra valía. Que su trabajo, aunque no fuera perfecto, era decente. Que ser correcto no era algo que se cuestionaba, sino algo que se respetaba. Hoy ya no es así.