Si estudiamos los patrones de telecomunicaciones, de navegación, y de conectividad aérea, entre otros a nivel mundial vemos que el servicio entre países menos desarrollados tiende a concentrarse o a ser más económico a través de otros más avanzados, aunque no estén en la vecindad geográfica. Este fenómeno es parte de un patrón centro-periferia, trascender, el cual ayuda mucho a los procesos de desarrollo.
La situación no es producto de una conspiración, sino más bien de patrones originales derivados de inversiones tempranas. Las innovaciones en comunicaciones y el transporte se van primero en los países más avanzados, y estos tienen los mercados más grandes. La combinación de ambos hace que sus empresas y sistemas capturen no sólo el negocio bilateral con los periféricos, sino también el negocio entre ellos.
Viajar, enviar carga, y mantener comunicaciones dentro de la región centroamericana y el caribe requiere en muchos casos salir de la misma. Aún dentro de la misma Centroamérica, que debería de ser una región más compacta, los costos y la dificultad a la logística son tales que se dificulta el comercio entre los países por caro y por engorroso. Ante tal situación, guiado por el mercado, se perpetúa y fortalece el proceso de operar a través del centro.
El mercado por si mismo no tiene capacidad de resolver este problema, sino de una forma parcial y lenta. Es posible tomar medidas estatales o empresariales deliberadas que permitan mejorar las condiciones para el intercambio de personas y productos en la región centroamericana, y con el caribe.
Para el transporte aéreo se le puede ir dando la condición de vuelos locales a los que son dentro de la región centroamericana. Se puede buscar un operador existente o nuevo, para servicios de transporte aéreo a través de un estudio financiado por los operadores de aeropuertos, o las organizaciones empresariales. Sin necesidad de dar prebendas fiscales más allá de las existentes, se define una oportunidad de negocios para este operador aéreo, cuya presencia mejoraría mucho la calidad de las conexiones regionales.
Para el transporte terrestre, necesitamos mejorar el acceso de nuestros operadores a los países vecinos. Protegiéndolos del burocratismo y de los abusos, y conscientes que es un interés nacional, desarrollar las capacidades de transporte de mercancías, También la banca y las empresas pueden contribuir financiando o dando preferencia a los proveedores locales de logística.
La circulación migratoria, tanto aérea como terrestre, mejoraría considerablemente con el libre tránsito (al que todos los ciudadanos de la región CA4 teóricamente tenemos derecho) Sin necesidad de controles migratorios, que son fácilmente evadibles, similar a la región Schengen en Europa.
Un sistema de aduanas electrónicas similar al implementado en la Unión Europea reduciría considerablemente los tiempos de espera en las aduanas internacionales, reduciendo la corrupción y la evasión fiscal en ambos países. Al integrarse automáticamente los inventarios de productos fiscalmente, mejora el orden y la recaudación. Adicionalmente, se reducen estos tiempos de espera y arbitrariedad en las aduanas físicas que encarecen los tiempos y costos de las transacciones.
Todas estas medidas resultarían en un menor costo y tiempo en movilizar personas o recursos entre los países de la región. Si le sumamos mejorar las conexiones marítimas con el Caribe, iremos desarrollando nuevos mercados y más competitividad. Adicionalmente, nos iremos volviendo en un punto de transbordo atractivo, que permitiría el desarrollo del comercio Internacional.
Por tanto, desarrollar unas mejores capacidades logísticas propias más robustas nos debe ayudar a generar crecimiento a mediano y largo plazo.