Redacción deportes – La selección canadiense de fútbol disputó el segundo Mundial de su historia, tras participar también en México 86, y si bien los resultados no fueron los deseados le sirvió para entrar en contacto con la exigente competición que organizará en el 2026 junto a Estados Unidos y México.
Muchos eran los que veían a los canadienses como candidatos a gran revelación del torneo pero lo cierto es que no pudieron exhibir todo el potencial que les había permitido liderar el grupo de clasificación de la CONCACAF.
Quizás uno de los motivos que lo explica fue la dureza del grupo en el que se vio encuadrado, complicado a priori cuando se conoció el desenlace del sorteo pero cuya dificultad cobró otra dimensión conforme se fue desarrollando la cita.
Bélgica, una de las candidatas a todo por su potencial individual y semifinalista en el 2018, les ganó por 1-0 en el primer partido. Acto seguido quien les venció fue Croacia, finalista cuatro años atrás y que acabaría tercera en esta ocasión. Y se despidieron cayendo por 1-2 contra Marruecos, gran revelación del torneo gracias a su cuarta posición. Obstáculos demasiado altos para un equipo que busca sumar kilómetros en grandes citas. JP