«Tristemente tenemos el asesinato de un periodista en el municipio de Tarazá, quien se movilizaba en una motocicleta como pasajero y fue interceptado por tres hombres vestidos de civil que le propinaron varios impactos en diferentes partes del cuerpo», dijo el coronel Gustavo Chavarro en una rueda de prensa.
Chavarro agregó que, según investigaciones preliminares, Cervantes fue asesinado por bandas criminales que operan en esa región del país y que también han amenazado a otros comunicadores.
El oficial agregó que el periodista tuvo hasta hace unas semanas un esquema de seguridad de la Unidad Nacional de Protección (UNP), adscrita al Ministerio del Interior, pero ese servicio le fue retirado, al parecer, porque un estudio de riesgo concluyó que el peligro que corría era bajo.
Según el jefe policial, Cervantes había presentado ante la Fiscalía varias denuncias por amenazas recibidas vía telefónica desde hace cuatro años por lo que recibió protección mixta de la UNP y de la Policía.
La Asociación de Periodistas de Antioquia (APA) se pronunció sobre el crimen de Cervantes y recordó que el mes pasado emitió un alerta por las amenazas recibidas por el comunicador.
«La vida de un periodista se perdió por la incapacidad de las autoridades de proteger a quien denuncia. Exigimos justicia», manifestó esa organización en su cuenta de Twitter.