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Aislamiento

Por: Luis Cosenza Jiménez

Recientemente se supo que el pasado 11 de abril, la ex fiscal general de Guatemala y precandidata presidencial, Telma Aldana, llegó a nuestro país en un vuelo privado proveniente de El Salvador.

Según declaraciones ofrecidas a la prensa, doña Telma ha acusado a nuestras autoridades de detenerla sin razón e intimidarla. Solo después de varias horas le devolvieron sus documentos para que ella pudiera abandonar nuestro país, sin haber salido de Toncontín. Doña Telma ha declarado que es víctima de persecución de parte de un club de corruptos, del cual, según ella, forma parte nuestro Presidente. Sabido es de todos que el Presidente electo de El Salvador ha acusado de serios delitos a nuestro Presidente. El otro Presidente vecino, don Daniel Ortega es mal visto por muchos países. En pocas palabras, todo indica que nos estamos aislando internacionalmente y aún de algunos de nuestros vecinos, lo cual tendrá consecuencias negativas. Pero veamos en más detalle lo que ocurre.

El caso de doña Telma es enigmático y preocupante. Si no existe una orden de captura de Interpol, ¿por qué se le detuvo e interrogó? ¿Quién giró órdenes para que se procediera como se hizo? Es evidente que no se trata de la iniciativa de un agente de migración. Es muy probable que ellos ni sepan quién es Telma Aldana. Alguien, en una alta posición, debe haber girado instrucciones en cuanto a cómo proceder. La pregunta, por supuesto, es ¿por qué giraron esas instrucciones? ¿Por complacer a don Jimmy Morales? En la comunidad internacional, y en buena parte de la comunidad nacional, doña Telma es vista como un adalid de la lucha contra la corrupción. Muchos piensan que por esa misma razón ella es ahora perseguida por algunos políticos de su país. Al parecer a algunos de sus compatriotas colocados en altas esferas de poder les preocupa que ella gane las próximas elecciones y por tanto han optado por acusarla a fin de impedir su candidatura. Esa es la percepción generalizada en el ámbito guatemalteco y el ámbito internacional. Dada la reputación que precede a la señora Aldana, ¿qué sentido tiene que nuestros gobernantes le dificulten la entrada a nuestro país? Don Jimmy Morales es parte de un cuestionado pasado, mientras que ella es parte de un futuro que promete combatir la corrupción. En estas condiciones, ¿a quién deberíamos acercarnos?

Si lo que se busca es no generar roces con don Jimmy Morales, a fin de no aislarlos por los próximos meses, lo razonable habría sido permitir que doña Telma ingresara al país como cualquier otra guatemalteca, y luego, si eso es lo que desean, evitar el contacto de nuestros gobernantes con ella. Lamentablemente no fue eso lo que ocurrió y como resultado ahora nuestros gobernantes aparecen coludidos con personaje acusados de corrupción. Por no aislarnos del gobierno de Morales por unos meses, nos estamos aislando, por mucho tiempo, de personas percibidas como heroínas de la lucha contra la corrupción. Nuestra imagen internacional ha recibido otro duro golpe, en un momento en el cual carecemos de amigos en el ámbito internacional. Estamos profundizando nuestro aislamiento.

Como consecuencia de las declaraciones de Nayib Bukele, y de los yerros de nuestros gobernantes, se desmorona el llamado Triángulo del Norte. Para colmo de males, esto ocurre mientras escuchamos las disparatadas declaraciones de Donald Trump. En lugar de formar un solo haz de voluntades para enfrentar las consecuencias de esas declaraciones, nos hemos distanciado y aislado. Todo hace suponer que el apoyo financiero de Estados Unidos al Triángulo Norte se reducirá. Es cierto que dicho apoyo es muy modesto para impactar en la generación de empleos en la región, pero era mejor que nada. Como consecuencia de la cancelación del apoyo, las vidas de nuestros compatriotas, y la de los vecinos del Triángulo Norte, se verán negativamente impactadas y la emigración aumentará.

Lo que parece ser evidente es que nuestra gente ya le tomó la medida a don Donald y no temen migrar en caravanas, o de la forma tradicional. Nuestros compatriotas, que han perdido la esperanza de alcanzar una vida decente en nuestro país, están migrando masivamente hacia Estados Unidos y España. Se dice que cada día más de trescientas personas abandonan nuestro país, más de cien mil anualmente, y que solo en Estados Unidos ya suman más de un millón. Ellos son los héroes que con su trabajo y sus remesas mantienen a flote nuestro país. Para ellos, y para sus familias, la migración y la separación tiene un alto costo. Sin embargo, mientras no generemos esperanza y empleo de calidad, nuestros compatriotas seguirán migrando, sin importarles el peligro, ni las bravuconadas de don Donald. Y por supuesto, nuestro aislamiento de nuestros vecinos solo vendrá a exacerbar la migración.

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