Tegucigalpa – El médico internista Omar Videa recordó este sábado que cualquier vacuna contra la COVID-19 no es una “bala de plata” que evitará que la persona que recibió la dosis muera.
“Si la población tiene las dos dosis tiene que seguirse cuidando, si se enferma acuda de manera temprana, que la vacuna no será su bala de plata para evitar que muera”, expresó el galeno a periodistas en Tegucigalpa.
El especialista recordó que es hasta dos semanas después de haber recibido la segunda dosis que se adquiere el mayor grado de protección.
Sin embargo -dijo- esto no significa que se deben relajar las medidas de protección, al contrario se deben reforzar.
Detalló que ya se registran varios casos de personas que perdieron la vida aun contando con las dos dosis de alguna vacuna contra la COVID-19.
El acudir de manera tardía por atención médica es otro aspecto que favorece para que los casos tengan un desenlace fatal, agregó.
Enfatizó que la vacuna no protege al 100 % y la eficacia se reduce según el rango de edad.
Honduras permanece a la zaga de la vacunación en la región centroamericana al no completar ni el 2 % de su población totalmente inmunizada. (RO)