Ricardo Puerta
Según un cable internacional generado el lunes 8 de diciembre en Ginebra, Suiza, la Organización Internacional para las Migraciones ha felicitado al gobierno de Honduras por el enfoque de corresponsabilidad adoptado en el tema de migración y por haberse comprometido a dar acompañamiento en las labores para superar la crisis humanitaria migratoria de los niños y niñas acompañados y no acompañados.
Sin duda, una buena noticia, que le llegó muy bien al Presidente de Honduras mientras estaba participando en la XXIV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en la ciudad mexicana de Veracruz.
A ver si la buena noticia motiva al gobierno de Honduras, felicitado por la OIM, para que finalmente emita el Reglamento de la Ley de Protección de los Hondureños Migrantes y su Familiares, aprobada por el Congreso Nacional de la República el 29 de diciembre 2013 y publicada en la
Gaceta , 2014.
La ley ya aprobada y publicada dice en sus disposiciones finales que «los reglamentos de esta ley deben emitirse a más tardar sesenta días después de su entrada en vigor».
Esta ley tan general, por cubrir personas, entidades e instancias tan distintas y casuísticas de migración, necesita a gritos ser reglamentada. Ya pasaron casi 270 días desde que la ley entró en
vigor y el reglamento todavía no se ha informado que está consensuado para que después lo conozca la Procuraduría y lo publique oficialmente La Gaceta.
¿O será que a nivel de gobierno no se ha puesto todavía de acuerdo cuál de los tres ministerios que inciden en ella será el encargado de la política migratoria, de exigir el cumplimiento de la ley y la
aplicación de su reglamento? ¿Es no haciendo lo que la Ley manda cómo el gobierno de Honduras cumple con la corresponsabilidad que ha asumido en la migración internacional como le reconoce desde Ginebra la Oficina Internacional para las Migraciones?
