Tegucigalpa – Para las rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, las últimas acciones tomadas por el Ministerio Público para esclarecer crímenes de impacto como los del zar antidroga Julián Arístides González Irías y el ex asesor en seguridad, Gustavo Alfredo Landaverde, pueden ser el principio del fin para acabar con la impunidad en la Policía Nacional.
Recordó que muchos jefes policiales tuvieron la oportunidad de denunciar la podredumbre en la institución policial y no lo hicieron, pero la publicación sobre la planificación y ejecución del asesinato de González y Landaverde, ha sido el detonante para que el Estado reaccione frente a un hecho que ya se conocía a voces.
Lamentó que tuvieran que caer muchas víctimas a manos de policías, unos de manera muy notoria, otros en los que existía presunción, por lo que aludió el asesinato de su hijo Alejandro y de su amigo Carlos David.
¿Qué conviene hacer con la @PoliciaHonduras?
— Proceso Digital (@procesodigital) 5 de abril de 2016
Recordó que fue así como se inició una lucha acompañada por los medios de comunicación a los que reconoció ese acompañamiento en los más de cuatro años desde que sucedió el hecho criminal y que hoy se están conociendo las entrañas de una institución que es la antítesis de lo que debe ser la Policía.
Señaló que nunca hubo la suficiente voluntad para una depuración policial y eso ella siempre lo dijo en reiteradas ocasiones y se le criticaba porque se le señalaba como una persona que no reconocía los esfuerzos que se estaba haciendo.
No obstante, reconoció el esfuerzo que ha estado haciendo el actual presidente de la República, Juan Orlando Hernández, pero no había voluntad para querer penetrar en una institución a la que nada más se le han estado colocando recursos para que mejorara.
“Siempre sostuvimos que el fondo de este problema radica en que en la Policía, sus mandos superiores y algunos mandos intermedios en el pasado, en el intermedio y en alguna medida ahora, consideramos está comprometida con el crimen organizado, con asesinatos, con el tráfico de drogas, con los secuestros y con las extorsiones”, señaló.
Reiteró que lo que ocurrió ayer lunes “es un hecho trascendente para el país y puede ser el principio del fin de la impunidad de la última casta impune que había quedado en el país como lo es la Policía a la que nadie se atrevía a tocarla a tal grado que los informes que supuestamente tienen unas investigaciones contundentes, no dieron lugar para que fueran suspendidos y judicializados”.
Prosiguió que “lo único que había pasado es que esos oficiales habían sido suspendidos, pero no destituidos y seguían gozando de su sueldo, tienen vehículos asignados con seguridad y nosotros eso lo cuestionamos siempre”.
En ese sentido, alabó el decomiso de documentación y equipos en el Cuartel General de Casamata y espera que esa información arroje todo lo que se necesita para avanzar en la lucha contra la impunidad.
“Nosotros confiamos en el Ministerio Público en que va a tomar las medidas y las precauciones y que la información la están procesando de una manera concluyente y nosotros esperamos también que la Corte Suprema de Justicia (CSJ), actúe, que no vaya a suceder como en el pasado cuando el abogado Gautama Fonseca separó a algunos policías implicados en faltas o en crímenes o en delitos y el Poder Judicial los devolvió a la institución”, demandó.
