A sacudir la pereza

Por: Thelma Mejía

Tegucigalpa.- Honduras parece que está dispuesta a vivir nuevos capítulos de transformación en sus instituciones, al menos es lo que se desprende de las más recientes declaraciones del Fiscal General, Óscar Chinchilla, y de quienes integran la Junta Nominadora que se disolverá en las próximas horas al entregar la lista de 45 nominados para conformar el nuevo poder judicial.

Dos operadores de justicia claves en la pesquisa e impartición de la ley y el orden amenazan con despertar de la pereza a que nos tienen acostumbrados al dar larga a los casos, enredarse en los entresijos de la burocracia y aparecer en la escena pública cuando están con el agua en el cuello.

Pero todo indica que la era del oso perezoso está llegando a su fin en este país con las señales alentadoras que se desprenden de lo que será la Misión de Apoyo a la lucha contra la Corrupción y la Impunidad (MACCIH) de la OEA que se suma al ya nada discreto papel de la embajada de Estados Unidos en el proceso de selección y elección de la próxima Corte Suprema de Justicia. Nunca como ahora, la presencia de Washington ha sido tan omnipresente en estos dos procesos torales para el país.

La MACCIH que llega atada a los cumplimientos que haga Honduras a las condicionantes del Plan Alianza para la Prosperidad y el deseo de la cooperación internacional de no seguir desperdiciando su dinero en este país ante tanta corrupción, son por ahora, vientos alentadores que amenazan con hacer despertar el oso perezoso de nuestros operadores de justicia.

Sin duda el 2016 será un año bastante agitado en materia de formar y dar otro rostro al sector justicia que tiene en el Ministerio Público el brazo principal para tener éxito en la consecución de los casos que presenta al poder judicial.

El fiscal general, Óscar Chinchilla, quisquilloso de los reflectores y la pluma, con las excepciones del caso, ha salido a informar que destinará 100 fiscales para que sean capacitados y certificados por la MACCIH para iniciar los casos de interés que la misión quiera investigar.

Chinchilla parece decidido en sus declaraciones a los medios que lejos de ser un obstáculo para la MACCIH, será un aliado vital y esperemos que esa alianza le permita el blindaje que requiere esa institución para presentar y llegar al fondo de casos emblemáticos que implican a importantes redes criminales incrustadas en las estructuras del Estado.

Confiemos en que dentro de esos procesos de investigación que estarían por iniciar por parte de la MACCIH, el gato no solo cace ratones, porque para ello, sólo en el Seguro Social—según el CNA- hay más de 400 en cola disueltos en iguales líneas de investigación diseñadas y por aflorar.

Quienes integren la MACCIH deben saber que en Honduras ya no hay tiempo para jugar, el fiscal general Chinchilla parece convencido también de ello y la Junta Nominadora con su lista de sus 45 nominados, nos indicará qué rostro de justicia presentará al pueblo al margen de las decisiones del congreso.

Una nueva corte de justicia, una MACCIH por aterrizar y un fiscal general que decidió salir del anonimato para indicar en qué consistirá su apoyo a esta nueva fase a la que entrará el país, son indicadores suficientes para querer soñar que la hora del oso perezoso de la justicia y sus operadores en Honduras está por terminar.

La víspera puede que no esté tan mal, de ahí el nerviosismo de la clase política, unos abiertos y otros discretos moviéndose en las aguas pantanosas de la negociación en búsqueda de acuerdos que permitan “consensos”, solo que éstos son seguidos—tan cerca o tan lejos como se quieran ver—de un jugador externo con colmillos, dientes y pelaje llamado comunidad internacional que aflojará o apretará según sus intereses y según sus necesidades, a veces para bien de Honduras y otras, nunca se sabe…

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