La voz virtuosa de Bocelli no hace distinciones entre ópera y música popular en Barcelona

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Barcelona (España).– Andrea Bocelli ha encandilado al público del Palau Sant Jordi de Barcelona en un concierto conmemorativo de sus 30 años de carrera, y en el que ha vuelto a alardear de una voz prodigiosa, que le ha permitido brindar dos partes muy diferenciadas –aún más acentuadas mediante una pausa–, con una primera mitad dedicada a la ópera y una segunda marcada por la música popular.

El tenor italiano ha abierto su actuación en la noche de este martes con ‘La donna è mobile’ de la ópera ‘Rigoletto’ de Giuseppe Verdi, una de las áreas más célebres de la lírica universal, a la que le ha seguido otra pieza del compositor italiano, ‘La mia Letizia Infondere’, de ‘I Lombardi alla prima crociata’, con lo que rápidamente se ha percibido que el espectáculo giraría en torno a canciones que viven en el imaginario colectivo.

Su majestuosa voz, que le ha valido la vitola de ser el heredero de Los Tres Tenores, ha necesitado un descanso cada pocas canciones, por lo ya en la tercera pieza ha subido al escenario la soprano Cristina Pasaroiu para interpretar ‘Meine Lippen, sie küssen so heiß’.

Bocelli ha regresado con ímpetu para cantar ‘Si fui soldato’ y ‘Vicino a te’ (esta segunda junto a Pasaroiu), dos piezas de la ópera verista de Umberto Giordano ‘Andrea Chénier’, en la que se cuenta la vida del poeta francés André Chénier, ejecutado durante la Revolución Francesa.

Por su parte, la violinista Rusanda Panfili ha marcado otra breve pausa con la interpretación de ‘Csárdás’ de Vittorio Monti, una pieza de concierto rapsódica escrita en 1904 que se basa en una zarda, un baile folclórico húngaro.

Para cerrar el ciclo operístico, el tenor ha cantado con Cristina Pasaroiu ‘O soave fanciulla’, un dueto romántico del primer acto de ‘La bohème’ de Puccini y ‘Brindisi’ de ‘La Traviata’ de Verdi, regresando así en cierto modo al inicio.

Tras una pausa de veinte minutos, durante los que se han mantenido sobre el escenario la Orquesta Sinfónica del Vallés y la Agrupación Sardanista Polifónica y Cultural de Puig-Reig, quienes han acompañado al músico a lo largo de las dos horas que ha durado el recital, Bocelli ha regresado con un repertorio repleto de canciones populares.

La primera de ellas ha sido ‘Funiculì, funiculà’, acompañado por un bailarín –el cuerpo de baile se ha mantenido a lo largo de toda la segunda mitad–, a la que ha seguido ‘Mamma’ y la canción napolitana ‘O Surdato ‘nnammurato’, lo que ha transportado a Barcelona a la Italia natal del invidente tenor.

Tras esto, Bocelli ha inaugurado el ciclo español con ‘Amapola’ del compositor gaditano José María Lacalle, ha continuado con ‘En Aranjuez con tu amor’ de Joaquín Rodrigo, acompañado por la violinista Rusanda Panfili, y lo ha concluido con ‘Granada’ de Agustín Lara.

En este momento se ha hecho evidente el punto flaco de un espectáculo que ha dado poco pie a los errores: durante la interpretación de ‘En Aranjuez con tu amor’ se han proyectado imágenes de la Alhambra de Granada, que poco tiene que ver con la ciudad madrileña; lo que se pudo contrastar en las fotografías mostradas en las pantallas –la mayoría de ellas muy vagas y genéricas–, y que parecían haber sido escogidas sin especial sensibilidad.

Tras la interpretación a violín de ‘Davy Jones, he’s a pirate’, de la banda sonora de Piratas del Caribe, por parte de Panfili, Bocelli ha hecho gala de sus virtudes como instrumentista al tocar ‘Melodramma’, de Guerrini, con la flauta travesera.

Ya en la recta final, el tenor ha invitado al escenario a Pia Toscano, quien ha cantado ‘All by myself’ y ha acompañado a Bocelli en ‘Vivo per lei’, que ha arrancado un aplauso del público solo con las primeras notas del piano y en ‘Canto della terra’, que le ha valido una larga ovación del Palau Sant Jordi.

Ante la insistencia del público, el músico italiano ha permanecido sobre el escenario para cerrar el espectáculo con tres temas que son ya clásicos de la música popular: ‘Con te partirò’, ‘Bésame mucho’ y ‘Nessun dorma’, consiguiendo el reconocimiento de todos los presentes puestos en pie.

La triple elección final del bis ha hecho de espejo con la primera canción del recital, ‘La donna è mobile’, en lo que son melodías populares que resuenan en el subconsciente de todos, ejecutadas a la perfección por una de las voces más excelsas del panorama musical.

Así pues, con todas las entradas vendidas tanto para los dos recitales de Barcelona como para los de Madrid, Bocelli ha demostrado que hace falta poco más que una portentosa voz para congregar a miles de personas para disfrutar tanto de composiciones de ópera como de las canciones más populares. EFE/ir

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