Tegucigalpa – Luego que este jueves, Inversión Estratégica de Honduras (Invest-h), anunciara que entregará los hospitales móviles adquiridos en Turquía a las autoridades de la Secretaría de Salud, la presidenta de la Asociación de Médicos del Instituto Nacional Cardiopulmonar (INCP), Suyapa Sosa, advirtió que esas estructuras pueden ser “trampas mortales” para el personal médico.
“Pueden ser un caldo de infecciones cruzadas en esas cajas de metal”, recriminó la neumóloga.
Sin embargo, consideró que los hospitales móviles podrían tener una utilidad en el país, pero no para atender pacientes COVID-19.
Según se ha argumentado, lo que motivó al Estado de Honduras a través de Invest-H a comprar esos hospitales móviles, es que servirían para atender la emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia del COVID-19.
Los hospitales móviles fueron comprados por las autoridades hondureñas con el propósito de dar respuesta a la pandemia del coronavirus.
No obstante, la doctora Sosa no coincide con este propósito y califica a los hospitales móviles como “trampas mortales” para el personal médico que laborará en los mismos.
“Yo creo que van a terminar siendo grandes centros de salud o centros de triaje en pacientes no tan severos”, declaró a periodistas en Tegucigalpa.
Pidió al gobierno pensar en este momento en las vidas humanas que estarán en juego mediante la atención dentro de los hospitales móviles.
Este jueves el integrante de la comisión interventora de Invest-H, Gustavo Boquín, informó que el hospital móvil de Tegucigalpa está en un 75 por ciento de su instalación y prevé que inicie operaciones el próximo 24 de octubre.
En el caso del hospital móvil de San Pedro Sula, Boquín señaló que lleva un avance del 97 por ciento e indicó que se diseñó un plan de traslado a la Secretaría de Salud para que entre en funcionamiento la próxima semana. (RO)
