Tegucigalpa – El programa de vivienda social reporta un estancamiento desde el año pasado por diferencias entre gobierno y constructores, señaló este viernes la Cámara Hondureña de la Construcción (Chico).
Para los constructores el estancamiento se debe a la falta de coordinación de las instituciones del gobierno con criterios equivocados para la gestión de los recursos.
El ministro de Finanzas, Marlon Ochoa, incluyó en la priorización de fondos del Banco Hondureño de la Producción y la Vivienda (Banhprovi) estándares de construcción con un mínimo de 65 metros cuadrados y otros acabados a un costo de un millón de lempiras.
“Queremos que las casas sean de bloque o ladrillo, que estén repelladas, que tengan piso de cemento y que sean de techo mínimamente de zinc, que tengan conexión a aguas negras e iluminación”, detalló a Telenoticias el funcionario.
Estos cambios, donde se incrementa el número de metros de construcción no fueron consultados por el gobierno, según empresarios de la construcción, que señalan que esto aumenta el costo de la obra.
“Una vivienda social de 45 metros cuadrados y de la noche a la mañana decir que ahora van a ser de 65 metros cuadrados es una alza tremenda que implica un costo”, indicó el presidente de la Chico, Gustavo Boquín.
El directivo de los constructores también indicó que estos nuevos parámetros dejan por fuera a las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula, donde por 65 metros cuadrados con los acabados que él solicita no puede construir esa vivienda, ya que esta vale más de un millón 200 mil lempiras.
El director ejecutivo de la Chico, Silvio Larios le solicita a la presidenta Xiomara Castro que se sienten a platicar pues hay varios criterios que ella debe conocer para que el programa tenga éxito.
En 2023, se construyeron un total de 25 mil viviendas, según los reportes de la Chico, que espera que el impasse se solvente y se retome este programa. VC
