Sobre el paquete de medidas fiscales aprobadas el fin de semana por el Congreso Nacional, Díaz comento que lo mejor hubiese sido hablar sobre de un superávit al menos mínimo como le sucedió al ex presidente Manuel Zelaya cuando recibió el poder de parte de su antecesor Ricardo Maduro, quien le dejó las finanzas con un superávit de tres millones de lempiras en caja y sin una crisis fiscal como la actual.
“Todos sabemos que la crisis se agravó a raíz de los acontecimientos de 2009, lo que costó todo este proceso, y hoy estamos hablando de un déficit que ronda los 16 mil millones de lempiras, esto es sumamente complicado si no se tomaban o no se toman las medidas adecuadas; iba a ver una crisis fiscal insostenible a partir del próximo año lo que iba a redundar en una devaluación que afecta a los más pobres, el sistema bancario nacional iba a entrar en crisis y también los sistemas de previsión lo cual es apocalíptico en términos económico o macroeconómicos”, argumentó.
Añadió que ante esa situación, se vuelve necesario tomar esas medidas fiscales, pero también va a requerir un gran esfuerzo el gobierno entrante, para mantener un equilibrio en el gasto corriente, en el control del gasto e indudablemente para achicar el tamaño del Estado y volverlo más eficiente.
“El reto es mantenerse en ese equilibrio y garantizar la continuidad de los programas y proyectos sociales como el Bono 10 Mil, como los programas de vivienda ya sea a través de la construcción de vivienda popular o autoconstrucción, también brindar un ambiente de estabilidad económica para que la inversión extranjera y la inversión nacional tengan confianza de venir al país”, expuso el funcionario.
Reiteró que a nadie le resulta agradable hablar sobre esas medidas y a ningún político le encanta dar estas noticias o intervenir en ellas, porque representa un costo, sin embargo, hay que tomar decisiones, y el gobierno entrante que en los próximos días asumirá la dirección del país, tiene claridad y simplemente está afinando detalles para que inmediatamente que tome posesión, la economía comience a dinamizarse.
En ese sentido, anunció que a la solicitud del presidente electo, Juan Orlando Hernández, esta tarde se va a establecer una comisión para combatir la defraudación fiscal, porque no ha habido una recaudación eficiente de impuestos y la defraudación fiscal ha crecido a través del contrabando, la elusión y la evasión fiscal donde se han encontrado anomalías profundas como que cerca de 80 mil personas son las que sostienen básicamente al gobierno aportando impuestos.
“Hay una situación anómala, hay que corregir, hay que ampliar la base contributiva, es decir la cantidad de personas que tributen, que sostengan al Estado, que sean solidarios, el tema de la reducción de la pobreza también, bueno atacar fuertemente la defraudación fiscal que da golpes a las empresas privadas que sí pagan impuesto, porque venden menos, porque compiten con empresas o con el contrabando que vende más barato y productos de menor calidad y eso es algo que nos está trayendo como país severas condiciones y que nos llevan a que se tomen estas situaciones”, arguyó.
Díaz aseveró que para predicar con el ejemplo, el presidente electo está trabajando fuertemente con su equipo a fin de buscar los mecanismos para rediseñar el Estado, empezando por el Consejo de Ministros, donde participarán muy pocas personas y así sucesivamente habrá fusiones, habrá integración, habrá instituciones que no tienen ninguna función más que generar gasto corriente que probablemente desaparezcan, funciones que se deleguen en centros asociados, para que éstos cumplan mejor en dar servicios a la población.
Se trata de una reingeniería completa del aparato estatal y eso significará control y reducción de gasto corriente, apostándole a la mayor eficiencia, pero siempre teniendo como meta que lo importante es reducir la pobreza y crear las condiciones para que haya crecimiento económico y consecuentemente generación de empleo.
Afirmó que con las medidas fiscales no habrá más ajustes económicos en los próximos seis años, ya que se espera que el presidente Hernández hará un muy buen gobierno y la administración que lo suceda, no heredará esta situación, porque los cuatro años próximos, la deuda interna, los intereses, los pagos a intereses y capital que le tocará pagar al nuevo mandatario, son altísimos en relación a lo que ha habido estos años y lo que habrá después de su mandato.
“Los pagos a la deuda interna van a bajar sustancialmente, por lo tanto el próximo gobierno va a tener mucho más margen de maniobra, pero es ahí donde todos debemos tener conciencia que el hecho de que los gobiernos tengan más maniobra financiero fiscal para hacer obras, no significa que debe contratar y ensanchar más el tamaño del gobierno y volverlo ineficiente, al contrario yo creo que esas experiencias nos deben servir para estar más vigilantes del accionar del gobierno, porque sino, al final se repiten esas historias y es doloroso estar en este tema”, comentó.
Recordó que ya en el pasado han existido ajustes y más ajustes y se supone que ya no se debe caer en los mismos, pero la idea es que esta vez, se aproveche la oportunidad y de una vez por todas el país comience a caminar por nuevos derroteros, nuevas rutas que generen empleo y reduzcan la pobreza y que la empresa privada se sienta tranquila, con estabilidad, y no vivir con ese riesgo de que hay un colapso fiscal y todo mundo está nervioso llevándose el dinero del país, porque eso genera una situación de incertidumbre que no beneficia a nadie.