spot_img

Zoonosis, pandemia, coronavirus y nueva normalidad

Por: Ricardo Puerta

Dudo que hubiera titulado un escrito con palabras tan poco usadas, sino hubiera sido por la pandemia. Menos aún, si lo hubiera hecho el año pasado, cuando resignados, indiferentes o protestando, sobrevivíamos en la vieja normalidad, más llena de riesgos, limitaciones, inequidades e injusticias, que de aciertos y satisfacciones.   Ahora vivimos aún sin salir de esta profunda crisis, dominada por el miedo, la desinformación y la incertidumbre. Porque si bien estamos convencidos que lo viejo no funciona, tampoco vemos que lo nuevo cuaja. Y hasta que no entremos en la deseada nueva normalidad, seguiremos hasta el cuello en el lodazal en que hoy nos encontramos.

 Zoonosis

El coronavirus es una enfermedad que empieza en animales, muta, invade a los humanos y se propaga como nuevo patógeno humano, de mayor y gran alcance. Es una de las amenazas más serias al futuro de la humanidad. Los científicos aún no se ponen de acuerdo si el COVID son meras partículas materiales o seres vivos que entran en las  células del cuerpo humano y las invaden. Sin esas células invadidas, jamás lo que sea el coronavirus podría sobrevivir ni multiplicarse.  

Por el coronavirus y por otras zoonosis, fueron posibles 3 pandemias en el siglo XX: la influenza o gripe española (1918-1919), la enfermedad de las vacas locas (1985) y la gripe aviar (1997). Y 4 más en el siglo XXI: el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) (2002-2004), de la cual se derivó el actual COVID (20020), la neumonía asiática (2003) y la gripe porcina (2009-20010) 

Pandemia

Es una epidemia nueva o conocida que se propaga por casi todo el mundo. Y me viene una pregunta a la mente..  ¿cuál fue la peor pandemia?  Medida por el  mayor número de muertos, en múltiples países, de múltiples regiones. Respuesta: fue la influenza o  gripe española. Solo en un año mató de 20 a 40 millones de personas.  En total  murieron 50 millones de personas –de éstas 675 mil en Estados Unidos. Se infectaron con este virus 500 millones de personas, un tercio de la población mundial. La Primera Guerra Mundial (1914/1918) fue su principal propulsora del virus en Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y España.

Según datos de la OMS, las pandemias ocurridas en el siglo XIX son tres: cólera, viruela y peste. Pero ninguna de ellas tuvo los efectos letales y mortales que ocasionó la gripe española.

Comentemos brevemente el cólera. Fue la primera “epidemia global”, documentada y bastante letal. Sucedió desde 1817 hasta 1860, “solo” con 15 millones de muertos en la India y 2 millones en Rusia. Después hubo cinco epidemias más de cólera, con menores estragos, en España, Rusia, India y Filipinas. La siguiente surgió en Indonesia en el siglo pasado, en 1961, y se extendió por Asia, Europa y África. Resurgió en Latinoamérica en 1991, con 4.000 muertos… Y antes escribí “solo” entre comillas porque en balance el cólera no fue tan mortal como la influenza española.

Estragos del Coronavirus en el mundo y en Estados Unidos

Desde el comienzo del coronavirus -hasta el 10 de junio, 2020- se han registrado más de 411.500 muertes y más de 7, 254,000 casos de contagio en 196 países o territorios. Teniendo en cuenta la población total del planeta hoy -unos 7 mil 700 millones de habitantes- en contagio y muertes, de hecho, aún estamos en la actual pandemia muy por debajo de los estragos producidos por la gripe española. Aunque todavía es prematuro concluir ante el COVID, cuando aún no se sabe cuándo y cómo terminará la pandemia en curso.

Sin embargo, todavía pueden hacerse ciertas comparaciones: “Durante la Gran Recesión económica del 2007 al 2009, Estados Unidos sufrió una pérdida neta de aproximadamente 9 millones de empleos.   La actual recesión en tiempo de pandemia ha resultado –hasta ahora– casi en 10 millones de solicitudes de prestaciones por desempleo en apenas dos semanas”. En el último abril desaparecieron 20 millones de empleos en Estados Unidos, la pérdida más grande registrada hasta el fin de la Gran Depresión del 30, hace 80 años. Aunque a partir de mayo pasado, con la reapertura económica, se ha empezado a recuperar el nivel de empleo.

Mucho peor ha sido con la tasa de mortandad, que sigue “subiendo “y todavía no llega a la plenitud de la curva. Estados Unidos tiene más casos confirmados de coronavirus por muerte que cualquier otro país. Trump declaró el 26 de febrero del 2020 que la epidemia pronto estaría “casi en cero”. Ahora sostiene que si el número de muertos es de 100,000 a 200,000 —una cantidad mayorque todas las muertes estadounidenses en todas las guerras estadounidenses combinadas desde 1945— será una demostración de que  él ha hecho un muy buen trabajo”.

Según un nuevo estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, se conoce el origen del coronavirus SARS CoV-2. Pudo haberse estado propagándose en China desde finales del verano del pasado año, quizás desde agosto, o principios de otoño.

El actual nombre técnico del virus es SARS-CoV-2; se trata de un acrónimo de la denominación inglesa del virus: «Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2», traducido como Síndrome Respiratorio Agudo Grave.

Empezó en China

Sabemos los orígenes del coronavirus por lo encontrado en las búsquedas en internet, hechas alrededor de los distintos síntomas de la enfermedad covid-19. Y por exámenes de imágenes digitales, cruzando tales informaciones con los análisis de esos síntomas.  Ejemplos de las informaciones cruzadas: el movimiento de carros y personas que se detectan en los aparcamientos de los  hospitales, en la ciudad china de Wuhan, donde se registró el primer brote. 

En base a esos análisis, los investigadores descubrieron los patrones de viaje de los ciudadanos chinos a los centros hospitalarios. Eso también lo asociaron con “el aumento de búsquedas digitales sobre el término “diarrea”, que no se había visto antes en épocas de gripe, ni se reflejaba en las búsquedas de datos sobre “tos”.

“Aunque no podemos confirmar si el aumento de volumen estaba directamente relacionado con el nuevo virus, las sugestivas  pruebas se apoyan en otros trabajos recientes, donde se puede leer que la aparición ocurrió antes de la  identificación en el mercado del marisco de Huanan (en Wuhan)“, señalaron los analistas. 

“Estos hallazgos también corroboraron la hipótesis que el virus surgió de forma natural en el sur de China. Y que potencialmente ya circulaba cuando surgió el brote de Wuhan”, como defienden los investigadores del estudio.

En conclusión: el coronavirus empezó a propagarse masivamente en China, en el período que va desde principios de agosto hasta diciembre del año 2019.  

Lo anterior no excluye -que por lo menos hasta ahora- que también se hayan vuelto populares -sobre todo en Estados Unidos y en otras naciones europeas- las teorías conspirativas que sugieren otro origen del virus. 

Las teorías conspirativas sostienen que la presunta creación del virus es artificial -creada como arma biológica del poderío militar chino- en un laboratorio de Wuhan.  

Tales teorías han pegado tanto, que asesores y agentes de los servicios de inteligencia del presidente Trump han dicho tener un “alto grado de confianza” en que el  nuevo coronavirus surgió en un laboratorio en Wuhan. Esto sobrevive cuando todavía la comunidad de inteligencia de EE. UU. sigue investigando el tema, y ni siquiera entre sus miembros hay consenso para afirmar -con certeza- que el virus ha sido creado por el hombre.

La propagación del virus en el resto del planeta es historia conocida: de China salto a Europa y del Viejo Continente a América del Norte, Centro, Caribe y Sur, donde hasta hoy se mantienen 3 epicentros: en Estados Unidos, Brasil y México.

Nueva normalidad

Esta frase no nació con el COVID-19, sino antes. Se originó para identificar un hecho económico -propio del sistema capitalista- que se repite cada cierto número de años. Me refiero a la Gran Recesión del 2008, en Estados Unidos -la mayor tras II Guerra Mundial- incluso superando a la Gran Depresión del año 30, en algunos aspectos.

Los estadounidenses entienden por recesión un decrecimiento de la actividad económica por un periodo de tiempo. Oficialmente se acepta que existe recesión cuando la tasa de variación del PIB es negativa por dos trimestres consecutivos. Conocidos popularmente por “el tiempo de las «vacas flacas».

La Recesión de esos años, de hecho, empezó en abril del 2007, en Estados Unidos –centro del capitalismo mundial tecnológico, militar, productivo, financiero y bancario. Surgió en medio de la crisis subprime de las hipotecas inmobiliarias. Sus consecuencias se regaron por el resto de las economías y finanzas del mundo, casi de inmediato. Y duró 18 meses, según los expertos.

La “nueva normalidad”, como frase, fue una expresión acuñada por los periodistas Rich Miller y Matthew Benjamín, en un artículo publicado en el Bloomberg News, el 18 de mayo del 2008. Su título en español era: “La economía pos-subprime es la nueva normalidad en EUA, con un crecimiento por debajo de la media”.  

Si entramos en google.com y buscamos en el Internet definiciones de “nueva normalidad en el contexto de la pandemia”. Genera 7 millones 730 mil resultados en 37 segundos. No quiero perder el resto de mi vida indagando eso. Mejor ahondemos en la definición que nos dan quienes acuñaron la frase; sin duda, hoy convertida realmente en un legado o hito histórico. Podemos dividir tiempo total en tres períodos lineales: Antes (vieja normalidad con aciertos, riesgos y limitaciones); Durante (nueva normalidad aprendiendo de la acción con innovación, ensayo y error, en un contexto cambiante, con riesgos y limitaciones manejables) y Después (nueva normalidad, factible, productiva y menos desigual, en permanente cambio y adaptación, con controles sobre riesgos y previsiones de crisis).  

El Bloomberg News, el medio donde los autores usaron la frase de “nueva normalidad”, era una empresa globalizada de información financiera, asesoramiento y de noticias. En esos años gozaba de mucho reconocimiento y prestigio en las numerosas audiencias activas que tenían. 

Las hipotecas sub-prime -también conocidas por “hipotecas basura”- los bancos y financieras se las vendieron a personas de escasa solvencia, a precios inflados y financiadas a altas tasas de interés.  

El colapso económico se hizo evidente a corto plazo.  Obligó a los bancos centrales, casi de inmediato, a hacer decisiones drásticas de política monetaria y crediticia, conforme a su mandato institucional.  Al extremo que la Reserva Federal -los Feds de EE. UU- y el Banco Central Europeo, (BCE) tuvieron que bajar intereses e inyectar cientos de miles de millones de dólares en los mercados financieros para aminorar la crisis y fortalecer la estabilidad del sistema bancario. 

El lunes 15 de septiembre de 2008, Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión de Estados Unidos, se declaró oficialmente en bancarrota tras 158 años de haber entrado en operaciones. Los efectos de ese derrumbe costó 22 mil millones de dólares a la economía de Estados Unidos y marcó el final de las hipotecas basura y de los activos tóxicos.

Como lo sucedido en Recesión del 2008 en Estados Unidos – crisis al fin- comparte ciertos elementos comunes con la actual crisis sanitaria de la pandemia, señalaré sus causas y consecuencias, aunque solo por titulares, que más bien dejan pensando al lector… 

En cuanto  a las causas de la Recesión, hay 3 aspectos íntimamente ligados: 

1) La naturaleza de la crisis situada esencialmente en el sistema financiero de Estados Unidos, su relación con la especulación inmobiliaria y sus consecuencias internacionales, 2) El deterioro preexistente de la competitividad sistémica y la hegemonía de Estados Unidos desde comienzos del siglo actual; y 3) Los cambios neo-económicos y geopolíticos mundiales de los últimos que determinan el actual reordenamiento del contexto internacional. 

En cuanto a consecuencias de la Recesión del 2008, cito 5 efectos:

1) Tenemos menos hijos, si los tenemos.; 2) Hemos acumulado mucha menor riqueza que las generaciones previas.; 3) Odiamos el mercado bursátil.; 4) No compramos viviendas.; 5) No confiamos en nadie. 

Esos efectos, aunque son propios del año 2008, tienen aún cierta vigencia. Encajan bien con los  Millenials, o generación Y

Quiénes son los milenarios en USA – Google Search

No solo aplicados a los estadounidenses, sino además a los hondureños de clase alta y media alta, nacidos entre 1982 y 1994, en especial, si son técnicos y profesionales, bien remunerados, con empleo fijo, en empresas con mercados globales y nacionales sostenidos. 

El nombre de millenials se deriva de “milenio” en inglés. Se les considera la generación que creció con la tecnología y la cultura popular desarrollada entre los años 1980 y 2000, por lo tanto, personas familiarizadas con la tecnología de los nuevos mercados emergentes.

En síntesis, las causas y consecuencias de la Recesión del 2008 en sus análisis relacionan aspectos financieros, tecno-económicos y sociopolíticos de la crisis, con los grandes cambios que vienen ocurriendo en el mundo, muchos de ellos, aún válidos.

Si bien la pandemia actual empezó siendo sanitaria y en semanas resultó ser también económica, las causas y consecuencias de la Gran Recesión del 2008 no les son del todo ajenas. Fue también una crisis global y económica, y al presente, Estados Unidos, sigue siendo el epicentro principal de la pandemia entre los tres identificados en nuestro continente americano.

spot_img

Lo + Nuevo

spot_img
spot_imgspot_img