En una entrevista exclusiva ofrecida al conductor de ese programa, el periodista Félix Molina, el depuesto gobernante hondureño, revivió y abordó diversos temas desde su salida el 28 de junio, pero al referirse al Cardenal Rodríguez y al jefe castrense, Romeo Vásquez, su tono cambió, dejando entrever su cólera y dolor.
Indicó que el Cardenal Rodríguez, “está muerto en su aspiración de llegar a regir el Vaticano, perdió la única oportunidad que tenía al volverse un cardenal golpista, un fariseo”. Dijo sentirse avergonzado con el máximo líder religioso hondureño.
“Aunque es posible que más adelante le perdonen”, pero ya “está marcado, está muerto en su aspiración”, recalcó.
Pero también la arremetió contra quienes llamó “pastores (evangélicos) golpistas que avalaron el golpe y deben ser señalados para que no les olviden”, refirió.
Al referirse a los militares, dijo que estos “no dieron el golpe por principios, lo dieron por dinero, aunque les agradezco que no me hayan quitado la vida, se los agradezco no por mí, sino por mis hijos. Tengo hijos pequeños aún, uno de 19 años y a la Pichu, a quienes tengo la obligación de crecer”.
¿Dicen que les entregaron 16 millones de dólares?, le comentó el periodista.
“El golpe no lo dieron por principios, lo dieron por dinero, y no me extraña, esa Junta de Comandantes se vendió, y Romeo Vásquez, me traicionó, me vendió por 30 monedas; no sé cuánto dinero le hayan dado, pero debe ser mucho para él y la cúpula”, respondió.
A su juicio, su retorno al país depende de una decisión política de cinco minutos, porque “cuatro meses es demasiado tarde, mi retorno debe darse en cinco minutos”.
Dijo que él cuando fungía como jefe de gobierno hondureño, las más importantes decisiones a favor de la población como el salario mínimo y otros temas, sólo le tomaban cinco minutos, “después venían los análisis”, pero un gerente eficiente como su persona, sólo cruzaba los dedos y las decisiones estaban tomadas.
Para Zelaya, quienes le sacaron del poder, perdieron la batalla y “deben retirarse a tiempo para no salir avergonzados”, tras solicitar a sus simpatizantes y al pueblo, en general, que “resistan” y “no pierdan las fuerzas”.
Ahora, “los golpistas están peleando con Estados Unidos, ya no con Chávez, son tan ilusos que ahora están peleando con el mundo, no conmigo, porque a mi ya me sacaron”, dijo en la entrevista.
El ex gobernante, no obstante, dijo que es un hombre de paz, capaz de perdonar y pidió el establecimiento en el país de un nuevo pacto social donde la riqueza se distribuya “y el ingreso también”.
Zelaya, según la prensa peruana, estará este miércoles en Lima como parte de su ofensiva diplomática por volver a Honduras.
