Los voluntarios japoneses Yukina Kotaka, Tomoaki Sugiura, Saori Tonan, Minami Fukuda, Hirokazu Kishino, Yasushito Miyake, Tadashi Nagatomi, Masami Kawano, han colaborado en las áreas de la salud, educación especial, matemáticas, música, artes y cerámica.
Hace dos años arribó al país esa misión japonesa, con el propósito de contribuir con el mejoramiento de técnicas de enseñanzas en el área de matemáticas, prevención de enfermedades infecciosas, estimulación temprana y apoyo a niños con discapacidad, enseñanza de educación musical, artes y cerámica; para realizar el intercambio de conocimiento entre profesionales japoneses y hondureños.
La voluntaria Minami Fukuda, asignada a la escuela Augusto C. Coello de La Ceiba, expresó que “Los niños hondureños son muy cariñosos, extrañaré la sonrisa de los niños, porque compartí mucho tiempo con ellos, me encantó enseñarles”, comentó.
Destacó que se siente satisfecha por la labor realizada con los alumnos del primero al sexto grado y que uno de sus mayores logros fue cambiar el rostro de los niños, especialmente sus ojos; porque al principio fue difícil, ya que pensó que no les gustaba la matemática, pero ahora los niños muestran interés por esa asignatura.
Por otro lado, la voluntaria Masami Kawano, asignada en la Fundación San Juancito, manifestó que “Los niños hondureños tienen muy buena imaginación para realizar objetos en cerámica”.
Kawano impartió clases de cerámica, artes, música, cocina y lectura a diferentes grupos de 10 a 15 niños y adolescentes, entre las edades de cuatro hasta 22 años. También, les enseñó a los profesores nuevas técnicas de esmalte para elaborar diseños de buena calidad.
La presentación de los informes se efectuó en la secretaría Técnica de Planificación y Cooperación Externa (Seplan), en donde la viceministra, Caroline Pacheco agradeció a Jica por la contribución recibida por parte de los voluntarios japoneses.
