Tegucigalpa – El cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, cuestionó este domingo durante la homilía si los hondureños ¿vivimos en la verdad, justicia y amor?
Además el líder religioso recriminó el vacío de la sociedad y recordó que todos “somos templo del Espíritu Santo”.
El arzobispo de Tegucigalpa evitó hablar de otros temas como las próximas elecciones primarias en el país o el repunte de la pandemia en el país.
Durante su discurso en la Misa dominical reflexionó sobre el llamado de Dios en la vida de cada persona.
Al respecto invitó a reafirmar los compromisos adquiridos durante el bautismo.
Además se puede encontrar a Jesús en la santa Eucaristía, en la adoración eucarística, en el servicio al prójimo y en la meditación de la palabra.
“Muchas veces vivimos en una sociedad vacía que no ha escuchado la voz de Dios y si la ha escuchado ha tratado de callarla”, exteriorizó el cardenal hondureño.
Acto seguido dijo que Jesús vive donde está la verdad, justicia, libertad y el amor.
¿Vivimos en la verdad, justicia, libertad y amor?, preguntó el líder de la Iglesia Católica en Honduras.
En su enseñanza enfatizó que el cuerpo no es para la fornicación ya que es un templo de Dios y para ello fuimos consagrados el día del bautismo.
“Necesitamos reconocer que en el interior de cada uno hay una profunda sed de Dios”, caviló. (RO)
A continuación Proceso Digital reproduce la lectura del día tomada del santo evangelio según san Juan (1,35-42):
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Éste es el Cordero de Dios.»
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús.
Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?»
Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?»
Él les dijo: «Venid y lo veréis.»
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).»
Y lo llevó a Jesús.
Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro).»