El Cairo – La vicepresidenta del Tribunal Constitucional Supremo egipcio, Tahani el Gebali, dijo hoy a Efe que la declaración constitucional promulgada hoy por Mohamed Mursi le convierte en un presidente «ilegítimo».
«Esto supone una salida de la legitimidad constitucional que el actual presidente se comprometió a respetar y que juró ante el Tribunal Constitucional. Con esta decisión, se ha convertido en un presidente ilegítimo», dijo El Gebali.
Mursi blindó hoy sus plenos poderes ejecutivos y legislativos al ordenar que todas sus decisiones sean definitivas e inapelables ante la justicia hasta la entrada en vigor de una nueva Constitución.
Además de garantizarse su propia inmunidad, Mursi hizo lo mismo con la Asamblea Constituyente y la Cámara Alta del Parlamento o «Shura», al disponer que no se permita a ninguna instancia judicial disolver cualquiera de las dos, controladas por las fuerzas islamistas.
«Como el presidente llegó al cargo a través de elecciones basadas en las leyes, no puede enmendarlas o darse a él mismo nuevos poderes. Que se conceda el derecho para destituir a los jueces y obstaculizar al Tribunal Constitucional y su supervisión viola su juramento», afirmó El Gebali.
Por todo ello, la magistrada se mostró «segura de que los órganos del Poder Judicial van a adoptar una postura frente a estas resoluciones», aunque no detalló qué opciones se barajan ante esta situación.
En su anuncio constitucional, Mursi destituyó también al actual fiscal general del Estado, Abdelmeguid Mahmud, y se arrogó el poder para nombrar a su sucesor, que hasta ahora era prerrogativa de los propios jueces.
La oficina en Alejandría del influyente Club de Jueces, la principal asociación que agrupa a los magistrados egipcios, convocó una reunión de urgencia para analizar las decisiones presidenciales.
Mursi blindó hoy sus plenos poderes ejecutivos y legislativos al ordenar que todas sus decisiones sean definitivas e inapelables ante la justicia hasta la entrada en vigor de una nueva Constitución.
Además de garantizarse su propia inmunidad, Mursi hizo lo mismo con la Asamblea Constituyente y la Cámara Alta del Parlamento o «Shura», al disponer que no se permita a ninguna instancia judicial disolver cualquiera de las dos, controladas por las fuerzas islamistas.
«Como el presidente llegó al cargo a través de elecciones basadas en las leyes, no puede enmendarlas o darse a él mismo nuevos poderes. Que se conceda el derecho para destituir a los jueces y obstaculizar al Tribunal Constitucional y su supervisión viola su juramento», afirmó El Gebali.
Por todo ello, la magistrada se mostró «segura de que los órganos del Poder Judicial van a adoptar una postura frente a estas resoluciones», aunque no detalló qué opciones se barajan ante esta situación.
En su anuncio constitucional, Mursi destituyó también al actual fiscal general del Estado, Abdelmeguid Mahmud, y se arrogó el poder para nombrar a su sucesor, que hasta ahora era prerrogativa de los propios jueces.
La oficina en Alejandría del influyente Club de Jueces, la principal asociación que agrupa a los magistrados egipcios, convocó una reunión de urgencia para analizar las decisiones presidenciales.
