López Batzin presentó de inmediato su renuncia y la envió al presidente guatemalteco, Álvaro Colom, en la que denuncia a Alonso de discriminarla por su condición de indígena y mujer.
«Las razones del ministro (de pedirle la dimisión) se circunscriben a los conceptos de negación, desvalorización, descalificación e invisibilización de mi trabajo», señaló la académica en su carta de renuncia, que leyó a los periodistas.
Esos conceptos, agregó, «son típicos de la discriminación de género, del racismo y la discriminación racial que una máxima autoridad reproduce en el Estado».
Consultado por medios locales, Alonso admitió haber pedido la renuncia a López Batzin por «reordenamiento» de su cartera, pero negó que detrás de esa decisión haya rasgos de discriminación o racismo.
«Soy respetuoso de la cultura maya», aseguró el ministro.
El racismo y discriminación en contra de los indígenas guatemaltecos, que representan el 42 por ciento de los 13,5 millones de habitantes, es uno de los flagelos más graves que afronta esta sociedad.
En la administración de Colom, que desde sus inicios, en enero de 2008, se definió como un «Gobierno con rostro maya», menos del dos por ciento del funcionariado de alto nivel es de origen indígena.
