Caracas – Los venezolanos elegían hoy alcaldes y concejales en un clima de normalidad pero moderada participación en unos comicios en los que el chavismo busca aumentar su poder territorial frente a una oposición que intenta capitalizar el descontento de la población con la situación económica del país.
Poco después de la apertura de las mesas electorales a las 6.00 hora local (10.30 GMT), los candidatos comenzaron a sufragar entre llamamientos a la población a concurrir también a los centros de votación, donde no se registraban las colas vistas en las dos últimas elecciones presidenciales.
Pasado el mediodía, fue el turno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien acompañado por su vicepresidente, Jorge Arreaza, y algunos candidatos del chavismo, salió a garantizar que los comicios transcurrirán «en paz».
«Yo como presidente de la república he tomado todas las medidas para evitar loqueras de los que siempre conspiran», dijo Maduro tras votar en un colegio de Caracas.
Las autoridades destacaron que el proceso marcha según lo previsto y que solo se registraron algunas incidencias menores que no alteran significativamente la jornada electoral.
«Estamos dentro de los parámetros de siempre. No hemos tenido denuncias diferentes a las que normalmente tenemos. Ha habido algunos pequeños problemas que se han ido solventando», dijo la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena.
La funcionaria sostuvo que en las elecciones municipales la participación tiende a ser menor que en comicios presidenciales y reconoció que en las primeras horas de votación no se registraban las colas habituales.
«Hay otros procesos que tenemos las colas abarrotadas (…), en el día de hoy la presión fue bastante menor y creemos que no hubo esa cantidad de gente esperando antes de la apertura (de las mesas)», declaró Lucena en una rueda de prensa luego de votar.
Desde el chavismo instaron a sus militantes a movilizar a otros electores y señalaron que transcurridas siete horas desde la apertura de los centros de votación «la maquinaria ha funcionado perfectamente».
«Nosotros queremos decirles que el proceso ha transcurrido felizmente, todo el pueblo disciplinadamente ha asistido a los centros de votación, todavía queda proceso electoral», dijo en una rueda de prensa la jefa de campaña del chavismo en Caracas y jefa de Gobierno de la ciudad, Jacqueline Faría.
En la otra vereda, la oposición expresó preocupación por el atraso del inicio del proceso electoral debido a la ausencia de algunos miembros de mesa y reiteró sus reclamos por el supuesto «intervencionismo» del Gobierno.
«Hacemos un llamado también al Gobierno. Señores, dejen la angustia, creo que llegó ya el momento de que no haya tanto abuso por parte de los medios oficiales. Esto es una elección donde participamos todos los venezolanos», dijo la representante de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) ante el CNE, Liliana Hernández.
De las 337 alcaldías en disputa, gran parte de las miradas se concentran en Caracas, donde se elige un total de seis alcaldes, y en la segunda ciudad del país, la occidental Maracaibo.
En Caracas, el chavismo intentará arrebatarle a la oposición la Alcaldía Metropolitana y conservar el Distrito Capital, mientras que la MUD aspira a retener el control de los cuatro municipios restantes que conforman la Gran Caracas.
En la petrolera Maracaibo, un bastión tradicional de la oposición, la candidata de la MUD, Eveling Trejo, apunta a lograr su reelección frente al chavista Miguel Ángel Pérez Pirela.
Las elecciones llegan en un momento marcado por una economía que enfrenta una inflación anual superior al 50 % que Maduro ha intentado reducir con una ofensiva para forzar a los comercios a vender sus productos a «precios justos».
La oposición, por su parte, ha respondido llamando a sus electores a expresar en las urnas un «voto castigo» a la gestión de Maduro, en un intento por convertir estas elecciones en un gran plebiscito contra el Gobierno.
Esta votación será la última que haya hasta dentro de dos años en un país en el que en los últimos tres lustros se han realizado 19 elecciones.
El CNE no ha definido la hora a la que difundirá los resultados, aunque generalmente desde que se cierran los colegios a las 18 hora local (22.30 GMT) en todo el país hasta que se anuncian los datos, que ya son definitivos, suelen pasar alrededor de tres horas.
La normativa electoral prohíbe que los medios de comunicación difundan encuestas a pie de urna.
Pasado el mediodía, fue el turno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien acompañado por su vicepresidente, Jorge Arreaza, y algunos candidatos del chavismo, salió a garantizar que los comicios transcurrirán «en paz».
«Yo como presidente de la república he tomado todas las medidas para evitar loqueras de los que siempre conspiran», dijo Maduro tras votar en un colegio de Caracas.
Las autoridades destacaron que el proceso marcha según lo previsto y que solo se registraron algunas incidencias menores que no alteran significativamente la jornada electoral.
«Estamos dentro de los parámetros de siempre. No hemos tenido denuncias diferentes a las que normalmente tenemos. Ha habido algunos pequeños problemas que se han ido solventando», dijo la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena.
La funcionaria sostuvo que en las elecciones municipales la participación tiende a ser menor que en comicios presidenciales y reconoció que en las primeras horas de votación no se registraban las colas habituales.
«Hay otros procesos que tenemos las colas abarrotadas (…), en el día de hoy la presión fue bastante menor y creemos que no hubo esa cantidad de gente esperando antes de la apertura (de las mesas)», declaró Lucena en una rueda de prensa luego de votar.
Desde el chavismo instaron a sus militantes a movilizar a otros electores y señalaron que transcurridas siete horas desde la apertura de los centros de votación «la maquinaria ha funcionado perfectamente».
«Nosotros queremos decirles que el proceso ha transcurrido felizmente, todo el pueblo disciplinadamente ha asistido a los centros de votación, todavía queda proceso electoral», dijo en una rueda de prensa la jefa de campaña del chavismo en Caracas y jefa de Gobierno de la ciudad, Jacqueline Faría.
En la otra vereda, la oposición expresó preocupación por el atraso del inicio del proceso electoral debido a la ausencia de algunos miembros de mesa y reiteró sus reclamos por el supuesto «intervencionismo» del Gobierno.
«Hacemos un llamado también al Gobierno. Señores, dejen la angustia, creo que llegó ya el momento de que no haya tanto abuso por parte de los medios oficiales. Esto es una elección donde participamos todos los venezolanos», dijo la representante de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) ante el CNE, Liliana Hernández.
De las 337 alcaldías en disputa, gran parte de las miradas se concentran en Caracas, donde se elige un total de seis alcaldes, y en la segunda ciudad del país, la occidental Maracaibo.
En Caracas, el chavismo intentará arrebatarle a la oposición la Alcaldía Metropolitana y conservar el Distrito Capital, mientras que la MUD aspira a retener el control de los cuatro municipios restantes que conforman la Gran Caracas.
En la petrolera Maracaibo, un bastión tradicional de la oposición, la candidata de la MUD, Eveling Trejo, apunta a lograr su reelección frente al chavista Miguel Ángel Pérez Pirela.
Las elecciones llegan en un momento marcado por una economía que enfrenta una inflación anual superior al 50 % que Maduro ha intentado reducir con una ofensiva para forzar a los comercios a vender sus productos a «precios justos».
La oposición, por su parte, ha respondido llamando a sus electores a expresar en las urnas un «voto castigo» a la gestión de Maduro, en un intento por convertir estas elecciones en un gran plebiscito contra el Gobierno.
Esta votación será la última que haya hasta dentro de dos años en un país en el que en los últimos tres lustros se han realizado 19 elecciones.
El CNE no ha definido la hora a la que difundirá los resultados, aunque generalmente desde que se cierran los colegios a las 18 hora local (22.30 GMT) en todo el país hasta que se anuncian los datos, que ya son definitivos, suelen pasar alrededor de tres horas.
La normativa electoral prohíbe que los medios de comunicación difundan encuestas a pie de urna.
