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Vándalos arrebatan celebración a los trabajadores

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Tegucigalpa – Los festejos históricos del Día del Trabajador hondureño, que se celebra el 1 de Mayo, fueron desnaturalizados por la presencia de un grupo de encapuchados que le quitaron a los obreros la razón de su conmemoración y tras enfrentarse a las fuerzas del orden, coronaron su “protagonismo” con el  incendio de parte del Palacio Municipal , sede histórica de la Alcaldía de Tegucigalpa.

-Mel Zelaya y Nasralla trasladan su duelo en la Alianza a la marcha del 1 de Mayo.

Los jóvenes encapuchados se dispusieron a reeditar en el Día del Trabajo sus clásicas actuaciones que realizan en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y sus alrededores, para lo cual se tranzaron en un duelo con las fuerzas policiales .

Los trabajadores y sus reclamos pasaron casi a un tercer plano justamente en el día que globalmente se recuerda las gestas nacionales de cada movimiento sindical.

Pero el 2018, los obreros no fueron las principales figuras, ya que las figuras fueron los llamados encapuchados, personas que ocultan sus rostros, que lanzando piedras a la policía provocaron la clásica respuesta de los agentes de lanzar los granadas lacrimógenas y con ello lograr la apreciada gráfica que retrata lo que se considera la represión de la marcha.

Antes de la aparición de los encapuchados, los políticos se habían apoderado de la marcha y manifestación obrera, dejando por fuera a los dirigentes obreros y opacando la reivindicación laboral de la agenda de los medios de prensa.

mel zelaya

Lucha en Alianza se traslada a 1 de Mayo

El duelo interno la Alianza de Oposición, entre su coordinador general Manuel Zelaya y su excandidato presidencial Salvador Nasralla, se trasladó a la marcha del 1 de Mayo, mientras los trabajadores eran relegados en ser los protagonistas de su día.

Zelaya y Nasralla, cada uno por su lado, se apersonaron en la marcha y buscaron tomar control de la misma.

El expresidente Zelaya con su natural populismo llegó en una bicicleta, reeditando anteriores presentaciones públicas como la ocurrida el 2017 en San Pedro Sula, y desde ahí, aupado por sus seguidores, se apropio de parte de la marcha.

Pero como el duelo al interior de la oposición se mantiene en todos los frentes, esta vez Salvador Nasralla se presentó a la marcha  en su condición de “presidente electo”, según sus palabras, y acompañó a los trabajadores, en el recorrido.

El presentador de televisión, que siempre proclama que está en política para ayudar al pueblo y no por necesidad ya que él tiene resuelto el problema económico y es solvente, está vez muto y dijo ser también un trabajador.

Nasralla, tras el enfrentamiento de los encapuchados con la policía, intentó aprovechar la situación y se dedicó a entrevistar a vendedores y denunciar una represión para divulgarlo en sus redes sociales, pero el testimonio de algunas trabajadoras del sector informal no fueron lo que buscaba, ya que señalaron a las personas con rostro cubierto como los iniciadores del enfrentamiento.

El show de los políticos también continuó con la presencia de diputados que denunciaban el intento de incrementarse el salario de los legisladores.

Deslucida celebración

Al protagonismo de los encapuchados y de los políticos, se agrega que la marcha fue un poco deslucida, a causa que la participación de los trabajadores fue menor a otros años, algo previsto justamente porque los obreros han visto como su celebración es copada por los políticos desde hace años.

Muchos sindicalistas no pudieron llegar ni siquiera con sus camisetas tradicionales, ya que adujeron falta de recursos y fueron pocos los sindicatos que lograron movilizar a sus bases con la vestimenta tradicional.

marcha de trabajadores

También fue notoria la falta de propuestas nuevas que logren conectar con las nuevas generaciones de sindicalistas.

Y es que desde la integración de los sindicatos al Frente Nacional de Resistencia Popular y con ello al partido Libertad y Refundación (Libre), los sindicatos y ligas campesinas han venido a menos.

Fueron varios los presentes que señalaron que los sindicatos necesitan una modernización, así como una renovación a fin de lograr volver a tener la presencia social y política que tuvieron en el pasado, pero que el 2018 quedaron relegados al tercer lugar, ya que ahora los encapuchados y los políticos son los grandes protagonistas de su celebración y con ello de su historia.

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