Citadas por el canal de televisión local Tolo, las fuentes precisaron que prosiguen los trabajos de los equipos de rescate desplazados al poblado de Dispay, al que no habían tenido acceso y que ha quedado prácticamente sepultado por la nieve.
En declaraciones a la cadena, el gobernador provincial, Sha Wali Adib, confirmó las informaciones de portavoces oficiales en Kabul que cifraron esta semana en medio centenar las víctimas mortales por el siniestro, acaecido el pasado domingo.
El funcionario no descartó, sin embargo, que el número de muertos se incremente cuando concluyan las labores de rescate.
Según testimonios llegados desde la zona, los primeros contingentes de ayuda han llegado desde el vecino Tajikistán pero son insuficientes para los damnificados, entre quienes figuran ancianos, mujeres y niños.
Afganistán ha registrado este año fuertes nevadas, y las previsiones meteorológicas pronostican más precipitaciones en las próximas semanas.
Más de 160 personas murieron en el invierno de 2010 al quedar sepultadas por una avalancha de nieve en el paso de Salang, también en la parte septentrional del país, el más afectado por ese tipo de siniestros en esta época del año.
