San José- El impacto social provocado por los cuerpos electrocutados de doce monos tití, el primate más pequeño y amenazado de Centroamérica, y una subasta por internet para recaudar fondos organizada por la «Alianza para la Conservación del Tití» (ACT), han relanzado en la región la protección de esta especie.
La manada de monos murió electrocutada el pasado jueves al saltar desde los árboles al tendido eléctrico en Quepos (Pacífico de Costa Rica), a pesar de que el Instituto Costarricense de Electricidad corta los árboles cercanos a los tendidos y cubre los cables con protectores en las zonas que funcionan como corredores biológicos para estos animales.
Un día antes, el miércoles, la ACT anunció la subasta por internet de distintos objetos para conseguir fondos que se dedicarán a la protección del simpático mono.
Creada en 2001, la Alianza está integrada por dueños de fincas, empresarios, escuelas, voluntarios y ambientalistas, y trabaja en el Pacífico central de Costa Rica, especialmente en la zona de Quepos, donde se encuentra el Parque Nacional «Manuel Antonio», catalogado entre los más bellos del mundo.
Un portavoz de la organización explicó a Efe que su intención es «recaudar 25.000 dólares para llevar a cabo un recuento de titís y así determinar el número total de individuos en esta zona».
En el 2006 había alrededor de 1.500 monos de esta subespecie, pero se calcula que en los dos últimos años ha habido una notable recuperación que aún debe ser confirmada científicamente.
En el 2013 se pudo realizar un recuento científico, se logró determinar que existen 22 manadas y se hizo el cómputo en 11 de las 22, por lo que se concluyó que había un total de 1.200 individuos dentro del Corredor Biológico Río Naranjo (Parque «Manuel Antonio»).
Entre sus actividades, la ACT había plantado 40.000 árboles de 52 especies nativas en Quepos en el 2010 y 60.000 árboles en el 2014, para un total de 22.731 hectáreas de corredor biológico.
La subasta se realizará desde el 8 al 22 de noviembre y, entre otros productos, se ofrecerán paquetes turísticos en hoteles y restaurantes en las zonas donde se puede observar a los titís, paquetes de salud y relax, y hasta un balón de fútbol firmado por el jugador internacional costarricense Celso Borges, hoy en el club español Deportivo de La Coruña.
Las personas que quieran colaborar deberán entrar en la página www.monotiti.org donde se desplegará el catálogo con los productos que se subastarán.
Dos subespecies de tití existen en Costa Rica: la Saimiri oesterdi citronellus, endémica del Pacífico central costarricense, mientras la Saimiri oesterdi oesterdi habita únicamente en el Pacífico costarricenese y panameño, lo que les hace especiales, y a la vez un gran reto para su conservación.
Los titís, uno de los animales más simpáticos de la Naturaleza, son cada vez más descarados; pasaron de los hombros de los piratas caribeños a los techos de los restaurantes de Manuel Antonio, haciendo las delicias de los turistas, especialmente los niños, y hasta posando para sus cámaras y teléfonos móviles.
