Guadalajara (México) – El jazz, los personajes y el laberinto de palabras de la novela Rayuela, del argentino Julio Cortázar, se fusionan con diseños coloridos que resultan en poesía visual en la exposición «Una Rayuela y noventa revelaciones» que será inaugurada este sábado en la ciudad mexicana de Guadalajara.
El artista y diseñador mexicano, Sergio Araht, intervino algunas de las páginas del icónico libro del mundo cortazariano para crear piezas de arte que a la vez son poesía visual, mostradas por primera vez en el Museo de Arte Raúl Anguiano.
En una entrevista con Efe, Sergio Araht afirmó que con este ejercicio no sólo le da un nuevo significado a la novela que es Rayuela sino también quiso «desacralizar» lo que significa un libro y qué se puede hacer con él.
«La idea de Cortázar de confrontar las estructuras literarias, yo también (hago) las cosas que no se deben de hacer en un libro como rayarlo o intervenirlo, ese respeto o lo que no se hace o deshojar un libro y ahora presentarlo como cuadros y dar mi propia versión», señaló.
La muestra está conformada por 90 piezas como alusión a la rayuela, el juego infantil que consta de varios casilleros y en el que el número 9 representa poder alcanzar el cielo.
Los cuadros son hojas de algún viejo libro con la novela que fueron intervenidas con diferentes tipos de temáticas en un juego entre palabras, color, forma, diseño y poesía visual.
«Hay un vínculo muy fuerte que yo hago entre imagen y palabra, para mí desde el concepto, todo tiene un sentido e intervenir estas piezas fue muy interesante, fue encontrar un texto que estaba escondido y después (había que) darle un sentido estético», expresó el artista.
El proyecto de Araht tomó dos años y dos relecturas del libro en el que la exploración y el escrutinio de las frases se transformó en poesía.
La imagen de un cerillo encendido en medio de la oscuridad, enmarcan las palabras resaltadas en una de las páginas que resultan en un verso: «Admirable. Homenaje a lo efímero, todo se deshace hasta cuando lo mirás».
Marylin Monroe, la pipa de Magritte, películas y un premio Óscar, cuerpos desnudos, el jazz, un diario y los lentes de Cortázar, una calavera y manos. Las palabras se unen a las imágenes que pueden ser vistas de tres maneras diferentes para emular la forma en que el libro «Rayuela» puede ser leído.
El visitante puede recorrer la exposición al estilo clásico, de forma numérica mediante el orden propuesto por el autor o libremente como los vagabundos que Cortázar describe en la obra. La exposición estará en Guadalajara hasta el 14 de agosto.
