En las últimas semanas, las autoridades de la Dirección General de Transporte (DGT), con el apoyo de Tránsito, realizan constantes operativos en los cuales se decomisan entre 30 a 50 unidades que no portan el permiso de operación y que cubren diferentes rutas de la capital hondureña.
Pese a tener años de estar laborando de esa forma, los dueños de las unidades no han logrado que las autoridades de la Dirección General de Transporte (DGT), les otorguen un permiso de operación.
En ese sentido, los conductores señalaron que se ha desatado una persecución contra los microbuses los cuales son decomisados.
Los manifestantes denunciaron que miembros de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), no los dejan trabajar y que tienen derecho a buscar el pan de cada día.
Los protestantes piden al gobierno que los legalice ya que ellos no le hacen daño a nadie, más que darle un servicio a la población que se ha manifestado a favor de que las autoridades les permitan operar ya que prestan un servicio más eficiente y seguro en comparación con el resto del transporte público que si tiene permiso para operar.
