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Tegucigalpa, ciudad colonial con una modernización desigual

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Tegucigalpa – Tegucigalpa celebra este 29 de septiembre su 440 aniversario de fundación en un momento en que la modernización se muestra en sus novedosas y frescos pasos aéreos y torres residenciales que contrastan con un casco histórico descuidado y sucio.

Al par, más de la mitad de sus cerca de 900 barrios que han crecido en la periferia, albergan en su mayoría a migrantes que llegaron del interior del país en busca de sueños urbanos que nunca pudieron materializarse. En ese hábitat desordenado, escaso de agua potable, de infraestructura vial, servicios de salud, educación, energía y permeados hasta el tuétano por la violencia doméstica y de pandillas, viven sus habitantes en la capital política de Honduras.

Cruzada por profundas fallas geológicas, Tegucigalpa y su gemela Comayagüela, conforma el Distrito Central, enfrentan una enorme vulnerabilidad ante los fenómenos naturales. Por lo menos un 40 por ciento de su población habita en zonas geográficamente riesgosas.

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Esa vulnerabilidad ha cobrado miles de vidas tal y como ocurrió a finales de octubre de 1998 con el paso del devastador huracán Mitch que dejó más de siete mil muertos y 11 mil desaparecidos a nivel nacional, gran parte de ellos en el Distrito Central. Esas tragedias en menor grado ocurren a menudo, frente a cualquier agujero, los soterrados por derrumbes o ahogados, son muchos. Las obras de mitigación realizadas en los últimos 12 años han logrado contener muchas de esas tragedias, pero la tarea aún tiene muchos pendientes.

Puentes a desnivel y edificios verticales

Con una topografía irregular y callejuelas estrechas, la ciudad ya alberga alrededor de dos millones de habitantes. Ese crecimiento ha obligado a las últimas administraciones municipales a la construcción de pasos a desnivel que modernizan y alivian el tráfico vial en las horas pico.

En la capital hay por lo menos una decena de nuevos pasos a desnivel que tiene el fin de aliviar el tráfico de miles de automóviles en las horas de alto tráfico.

La construcción de túneles y rotondas para resolver los problemas de las intercepciones, sobre todo en horas críticas en la que miles de carros circulan, permiten alivios.

Actualmente, hay varias rotondas en la capital, siendo las más conocidas las del bulevar Centroamérica y la del Juan Pablo II. La AMDC espera, en octubre, tener finalizadas obras similares en las populosas zonas 21 de octubre y Los Próceres.

Uno de los ambiciosos proyectos de infraestructura es el demorado Trans450 o Bus de Transporte Rápido (BTR). El alcalde de la ciudad; Nasry Asfura, prevé hacerlo en un futuro cercano, según sus declaraciones a periodistas.

TEPA6La Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), prevé que este proyecto esté concluido en el primer semestre del 2020 y con la obra, se busca, a través del sistema BTR un medio de transporte urbano masivo para el traslado rápido de las personas y el alivio del tráfico vial.

Otras de las grandes innovaciones en infraestructura son las construcciones de obras verticales o torres residenciales.

Estas imponentes torres ofrecen, a una clase urbana acomodada, servicios de apartamentos, oficinas, gimnasios y áreas sociales, brindándoles seguridad.

Son edificios, generalmente de entre 10 a 20 pisos, ofrecen una nueva visión a las ciudades cambiando la tipología constructiva en las grandes urbanizaciones.

Estas edificaciones modernizan a simple vista la capital, intentando parecerse a las grandes y principales ciudades del mundo.

TEPA2El casco histórico

Esa modernidad contrasta con un casco histórico caótico, descuidado y maloliente.

Cuando un visitante decide adentrase en el casco histórico de la ciudad y poco antes de llegar a la avenida Cervantes, una de las más amplias que cruzan el corazón de Tegucigalpa, en el sector de Palmira, donde un circuito hotelero da cuentas del arribo de turistas y visitantes de negocios, puede observase como preludio, en un muro cualquiera una de las tantas leyendas que pintarrajean sin discreción los espacios: “Cada ciudad puede ser otra, cuando el amor pinta sus muros”.

La frase parece ser una sorda expresión que contrasta con el olvido y el abandono que se abre ante los ojos del visitante.

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Al llegar a la avenida Cervantes, pueden apreciarse hermosas viviendas que aún conservan sus fachadas coloniales pero cuyo deterioro y desgaste linda con lo paupérrimo.

A lo largo de la avenida pueden verse casas con sus paredes semi repelladas, la pintura descascarada y, en conjunto, opacas y melancólicas. Frente a cada una de esas viviendas y edificaciones centenarias y a lo largo de la rectilínea avenida, el ruido visual perturba. Los cables y alambrados descompasados se apiñan y confunden con algo de musgos y nidos enmohecidos.

El viejo cine Clamer, centro de reunión de los cineastas, todavía en los años 80, parece caerse a pedazos. Su antes brillante marquesina ya casi no existe y su antesala parece un chiquero en abandono.

Al llegar a la plaza Morazán, en honor al héroe unionista, se aprecia como uno que otro árbol aún sobreviven y en ellos se cobijan desempleados y niños sin fortuna que bajan inexorablemente por la zona central de la ciudad, son pequeños y adolescentes cuya presencia ya es parte del paisaje lo que les hace pasar desapercibidos por los transeúntes.

Pobre

Muchos de ellos han hecho de esa zona su dormitorio, otros conviven y en pleno centro usan el pegamento, su droga inicial. También pueden verse con mayor presencia al caer la tarde, prostitutas, uno que otro desgarbado artista popular, predicadores de sermones religiosos algo incoherentes, viejos olvidados, alcohólicos y tantos desempleados.

Tanto en la zona de la plaza central como a lo largo del paseo liquidámbar, los olores son fétidos, y son muchos los puntos donde las heces fecales y los orines son parte de un indeseado panorama.

Los vendedores ambulantes corretean por ratos y medio se colocan en cortos lapsos en un estira y encoje con los policías distritales que buscan cuidar la libertad del espacio público.

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El deterioro en la zona peatonal y en las callejas aledañas a los parques La Merced, Dionisio de Herrera, Valle, Finlay y demás, se replica. El Abandono de las construcciones también es similar.

En ese panorama vale destacar los esfuerzos de la sociedad civil y empresarios comprometidos con recuperar el centro histórico.

Es así que iniciativas como Volvamos al Centro y la recuperación del viejo inmueble que ahora ocupa la Casa Quinchonson muestra de ello y representan un rayo de luz que hace pensar en que esa posibilidad es aún plausible.

También la Alcaldía Municipal ha mostrado interés con el programa Volvamos al Centro, que consiste en devolver a Tegucigalpa y a Comayagüela el prestigio que lo ha distinguido por décadas.

Una de estas iniciativas son los Connect Networks que es una tendencia empresarial que se encuentran ubicado en la Casa Quinchon para ofrecer un espacio a los pequeños empresarios para realizar su trabajo.

Otro proyecto es la recuperación y renovación de parques históricos de la capital como La Concordia, La Leona, Herrera y otros como la ampliación del Paseo Liquidámbar.

También, el centro histórico alberga los principales museos de la capital como el Museo para la Identidad Nacional (MIN), la Galería Nacional del Arte, el Museo Republicano (Antigua Casa Presidencial) y Villa Roy, pero en cada uno de sus lugares aledaños hace falta mucho por hacer.

Lamentablemente, un incendio de grandes proporciones destruyó el Museo del Hombre Hondureño y  el museo de Historia Militar en el cuartel e iglesia San Francisco, mientras que el Villa Roy se encuentra inhabitable debido a una falla geológica.

Iglesia Los Dolores

También el centro es el patrimonio religioso de Tegucigalpa en la que están la Catedral de San Miguel Arcángel, las iglesias Los Dolores, La Merced, El Calvario, San Francisco, entre otras.

Fácilmente puede decirse que el corazón de la ciudad está enfermo y demanda una cirugía extrema.

El submundo

En los barrios, las autoridades hacen esfuerzos ante el desproporcionado crecimiento que llena a la capital de enormes fajas miserables.

TEPA3Allí se busca cada día desarrollar programas de infraestructura, muchas veces se construyen gradas a falta de la posibilidad geográfica de hacer calles.

El acceso al agua es uno de los principales inconvenientes porque este recurso vital es escaso en toda la ciudad.

Los programas para mejorar la seguridad y liberarlos de las maras y pandillas hacen sus avances, pero gran parte de ellos son presas de grupos mafiosos que compiten con las autoridades.

TEPA5Una iniciativa del gobierno central, ha dotado en los últimos cinco años de los llamados megaparques las zonas donde se hace necesario motivar a las familias y especialmente a los jóvenes a convivir en espacios seguros y con alternativas de sana diversión, práctica de deportes, servicios de Internet y adecuada seguridad.

En los megaparques miles de capitalinos de todas las edades disfrutan de esparcimiento, en una ciudad donde las áreas verdes y los polideportivos no son muchos, frente al crecimiento desordenado y la falta de cumplimiento de las normas de construcción.

En estos barrios el narcomenudeo es otro de los agravantes en el hostil horizonte.

TEPA4De acuerdo con la Quincuagésima Octava Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EPHPM), en 2017, del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), un total de 43,531 viviendas en la zona urbana del Distrito Central, no tienen acceso directo a la red del servicio público de agua potable.

La información, basada en datos recopilados en 291,668 viviendas del Distrito Central, dan cuenta que los barrios y colonias de Tegucigalpa demandan de manera apremiante una solución a la carestía de agua potable.

Datos oficiales indican que el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), hace frente a un déficit de al menos 55 por ciento de cara a los 116 mil abonados de forma directa y más de 15 mil que se satisfacen mediante las llamadas juntas de agua.

La historia

Tegucigalpa fue fundada por los españoles con el nombre de Real Villa de San Miguel de Tegucigalpa de Heredia el 29 de septiembre de 1578 sobre un antiguo poblado indígena existente.

Entonces era un centro de actividad minera, especialmente plata y oro. Según el primer censo levantado en 1743, muestra que Real de Minas de Tegucigalpa contaba con 100 vecinos conformados por españoles y criollos, 800 negros y mulatos, y 54 indios.

Su nombre Taguzgalpa, proveniente del náhuatl, significa “Cerro de Plata”. Otras interpretaciones indican que el nombre quiere decir “en las casas de las piedras puntiagudas”.

Datos relevantes:

– La fundación de Tegucigalpa con el nombre Real de Minas de San Miguel de Tegucigalpa ocurrió en 1578.

– En 1579, Don Juan de la Cueva fue nombrado el Primer Alcalde de Tegucigalpa.

– Obtuvo el título de Villa de San Miguel de Heredia, en 1962, por lo que el nombre del pueblo pasó a ser “Real Villa de San Miguel de Tegucigalpa y Heredia” bajo el gobierno de Alonso Fernández de Heredia, quién en ese entonces era el Gobernador de Honduras.

–  La categoría de ciudad la obtuvo en 1821.

– En 1880, Tegucigalpa pasó a ser la Capital de Honduras, en el gobierno de Marco Aurelio Soto.

-En 1937, en base al decreto No. 53 se reforma el Artículo No. 179 de la Constitución de Honduras de 1936, se constituye a Tegucigalpa y Comayagüela como el Distrito Central, este decreto es ratificado el mismo año bajo Decreto No. 2.

– La ciudad pasó a ser el “Consejo Metropolitano del Distrito Central” en 1976.

– En 1986, el Consejo Metropolitano del Distrito Central se convirtió en Alcaldía Municipal del Distrito Central.

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