Anuario 2015

2015, un año de cambios y “sismos” sociales y políticos en Honduras

Tegucigalpa – La Honduras que concluye el 2015 es diferente a la de años anteriores y evidentemente sentará una base de cambio para los años venideros, donde el país debe decidir si se suma a los Estados modernos con una institucionalidad que sirva a todos sus ciudadanos y a la vez establezca las vías para un crecimiento económico que permita salir de la crisis que arrastra de años atrás.

Las bases tradicionales en que descansaba el país fueron sacudidas por la acción del gobierno en un lado y la presión externa por otro lado.

Las inéditas y masivas protestas ciudadanas contra la corrupción e impunidad dejo un claro mensaje a la clase política y económica tradicional que Honduras no es la misma y que hay nuevos actores a tomar en cuenta y que dictarán las pautas al futuro. Lejos quedo la llamada “mayoría silenciosa”, ya que ahora los ciudadanos salen a reclamar a sus derechos y establecen tanto al gobierno como a la oposición que desean nuevas actuaciones.

Por otro lado los potentes sismos provocados por la designación del poderoso clan de los Rosenthal como grupo ligado a la narcoactividad, así como solicitar y lograr que el expresidente Rafael Leonardo Callejas se presente a una corte de Nueva York deja claro que hay poderosos factores externos que dictarán en parte la política interna, especialmente en cuanto a juzgar a los poderosos, intocables localmente. Pero el 2015 también nos advirtió que además de los juegos políticos y económicos normales en la actividad de las naciones, también hay otro actor a tomar en cuenta y que usualmente no envía mensajes, sino que son devastadores golpes que castiga especialmente a los más pobres y ese nuevo jugador es la Naturaleza.

Los llamados de advertencias que especialistas y ecologistas lanzaban en torno a un Cambio Climático y que eso afectaría al país se hicieron realidad y de la manera más cruel con la mayor sequía que el país haya conocido en décadas. La destrucción de cultivos, la pérdida de animales y la escasez de agua que llevó a decenas de miles de personas a recorrer extensos kilómetros para aprovisionarse del vital líquido son un poderoso recordatorio que debemos cuidar la Naturaleza y que la misma no es eterna si la agredimos.

En ese sentido, los especialistas señalaron que 2015 ha sido el año más caluroso que se tenga memoria escrita en el mundo y si los hondureños no nos damos cuenta, al salir en estos días previos a la Navidad nos damos cuenta que tenemos un clima seco y caliente que recuerda más al del verano de Semana Santa que a los fríos y vientos de la Navidad que conocieron nuestros abuelos y padres en el pasado. Pero como no todo es malo, felizmente este año asistimos a una reducción de la tasa de criminalidad e inseguridad en el país, aunque las mismas son opacadas por los crímenes de alto impacto mediático, ya sea por muertes de personalidades o bien por muertes numerosas.

A nivel internacional asistimos a la fuga espectacular del narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán Loera, conocido mundialmente como “El Chapo”, que elevo su figura criminal a condición casi mítica. Igualmente el terrorismo de ciertos grupos islámicos, tuvo mayores repercusiones y Occidente fue amenazado y golpeado por estas organizaciones y sus seguidores. Esperamos que el 2016 sea mejor para nuestros lectores.