Elecciones y cambios institucionales marcan segundo semestre de 2013

La campaña política electoral, los reacomodos en el Ministerio Público, la destitución y suspensión de jueces, la exigencia de rendición de cuentas a los partidos políticos, la retención del poder por parte del partido de gobierno, el Nacional y el nombramiento de los primeros funcionaros públicos en el gabinete del presidente electo, Juan Hernández, marcan el segundo semestre de 2013, donde la administración de Lobo Sosa comienza a desdibujarse.

En el ámbito de la institucionalidad destacan el nombramiento del nuevo fiscal general y su adjunto, en medio de un acalorado debate que duró hasta altas horas de la madrugada en el hemiciclo, donde algunos sectores sociales cuestionaron el procedimiento de selección y elección e incluso uno de los aspirantes renunció en plena audiencia pública, pero antes denunció que ya todo estaba cocinado.

Los nuevos titulares de la Fiscalía General de la República ofrecieron sendas declaraciones en donde se comprometen a luchar contra la impunidad y aplicar pruebas de confianza en el organismo, así como resolver los llamados “crímenes emblemáticos” ocurridos en los últimos cuatro años.

Al par del llamado fortalecimiento del Ministerio Público, el parlamento instala finalmente el Consejo de la Judicatura orientado a fortalecer el poder judicial. Meses después, se produce la primera suspensión de jueces para ser investigados por la alta mora judicial y luego trasciende la destitución y captura de dos juezas acusadas de abuso de autoridad y presunta complicidad con el crimen organizado.

En otro aspecto, el proceso electoral comienza a calentarse al revivirse retazos de la crisis de 2009, la llegada de los observadores internacionales, las intromisiones de la Unasur en los asuntos internos de Honduras, y la masiva concurrencia de los hondureños a las urnas que dan como ganador al candidato del partido en el poder, Juan Hernández.

Las impugnaciones, los informes preliminares de la observación internacional y la declaratoria oficial de los ganadores, destacaron en la etapa post electoral, mientras el gobierno del presidente Lobo Sosa comienza a desdibujarse ante los nuevos nombramientos en cargos claves hechos por el nuevo gobernante electo.

Matizan estos dos grandes ejes que prevalecieron en la segunda mitad del 2013, los problemas en salud, la inseguridad, el narcotráfico, el tema de las extradiciones y los problemas económicos, en especial el impacto de la roya en el cafeto.