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Soldados caninos, nuevos combatientes contra el narcotráfico y crimen organizado

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Tegucigalpa – Es conocido como el mejor amigo del hombre, pero en este caso, también de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), en su lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.

 
-A mediados del 2014, la unidad canina fue creada por el entonces comandante del Ejército y ahora Jefe del Estado Mayor Conjunto de las FF AA, general Fredy Díaz.
 
-Los primeros canes fueron capacitados por instructores dominicanos en Lepaterique, Francisco Morazán, certificándose binomios en narcóticos y divisas.
 
-Las instalaciones del Batallón Canino son las más modernas en la región para que la estadía de los perros sea la más adecuada en higiene, comodidad y entrenamiento.
 
-Guías y canes trabajan en detectar narcóticos, divisas, armas y explosivos y para este año se proyectan capacitaciones en detección de restos humanos y heridos en estructuras colapsadas o en desastres naturales.
 
Se trata del Batallón Canino de la Policía Militar, el que cuenta con 342 guías y 180 canes que desempeñan asignaciones en fronteras, puertos y aeropuertos del país.

Brazo derecho de Fusina
 
Actualmente, el Batallón Canino cubre los aeropuertos de San Pedro Sula, Tegucigalpa y La Ceiba; la terminal marítima de Puerto Cortés; en las fronteras del occidente del país; en Choluteca y en El Paraíso; y participa en los registros en los centros penales y otras misiones solicitadas de la PMOP.
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Los canes facilitan la búsqueda de drogas, armas, explosivos y divisas en operativos en  diferentes ciudades de Honduras.
 
Los efectivos caninos agilizan el trabajo de detección y búsqueda de estupefacientes y armas en colaboración al trabajo que brinda la Policía Militar del Orden Público y se han convertido en el brazo derecho de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) en operativos en diferentes ciudades del territorio nacional.
 
Queridos y respetados
 
Tirex, Max, Beethoven, Vito, Dick y Cafú son parte de la unidad canina de la PMOP, los que de mano de sus guías tratan de evitar el trasiego de drogas, armas y dinero.
 
Uno de los canes más querido y respetado es “Gladiador”, quien se ha vuelto un símbolo por su capacidad de supervivencia e inteligencia en la detección de armas y explosivos.
 
El padre de “Gladiador” es colombiano y su madre hondureña, pero nunca recibió el cariño de ninguno de los dos, pese a ser el único sobreviviente del trágico parto de siete cachorritos, al morir sus seis hermanos, debido a que la progenitora no producía leche para amamantarlos.
 
El can blanco, orejas cortas y ojos claros, es hijo de labradores puros y tiene en su sangre la bondad, energía e inteligencia para ser líder del Batallón Canino de la Policía Militar.
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A medida fue creciendo, el cachorrito, que fue amamantado mediante biberón porque su madre lo rechazaba, se ganó el cariño y el respeto de toda la unidad, pues gracias al entrenamiento es un experto para detectar armas de fuego y blancas.
 
“Decidimos nombrarlo “Gladiador” por su capacidad de vencer la adversidad, hoy es un perro que ha dado buenos resultados en la detección de armas y explosivos en las distintas operaciones que hemos realizado”, explicó el comandante del Batallón Canino, teniente coronel José Marcos Ávila.
 
“Gladiador” se convirtió en el mejor amigo para su guía, el policía militar Erick Josué Carías, quien le conoce desde que nació y juntos han participado en distintas operaciones a nivel nacional como la Maya-Chortí, en occidente, y en la Penitenciaría Nacional, en Támara, encontrando armas de fuego, blancas y caseras.
 
Selección y adiestramiento
 
El comandante del Batallón Canino, teniente coronel José Marcos Ávila, explica que el canino con su guía facilitan el trabajo de la búsqueda y detección de estupefacientes, así como de armas prohibidas o explosivos que se pretenden trasegar.
 
Desde su nacimiento, los perros son seleccionados y adiestrados permanentemente en detección de armas prohibidas, explosivos, divisas  y cualquier otro tipo de armamento para contribuir al combate de la delincuencia.
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Debido a su fino olfato, son el complemento de los equipos policiales en todo el mundo, aunque en esa labor hay algunas razas que se destacan en particular.
 
En el caso de Honduras, se cuenta con pastor alemán, pastor belga (malinois), pastor checo, pastor holandés, labrador y golden terrier, entre otros.
 
Para ser guía de esos perros, los aspirantes deben cumplir ciertos requisitos académicos para ser seleccionados, además de su actividad con los perros.
 
Según Ávila, el binomio guía y can, se está preparando, reentrenando y adiestrándose a diario para mantenerse activos, hacer frente a la delincuencia y en ese sentido, los perros siempre están en disposición para poder trabajar.
 
Respaldo del presidente
 
La unidad canina de la PMOP, cuenta con 342 guías y 180 perros, que tienen asignaciones en puertos, aeropuertos y fronteras del país, realizando una labor que a veces puede pasar inadvertida, pero que es valiosa en la prevención de seguridad y combate a la criminalidad.
 
Ávila asegura que el presidente Juan Orlando Hernández respalda la labor de la Secretaría de Defensa, en la creación del Batallón Canino que desde diciembre del año pasado ha desarrollado una labor efectiva en el combate contra la criminalidad y el narcotráfico, detectando el tráfico ilegal de sustancias prohibidas y armamento.
 
El trabajo que se desarrolla en la lucha frontal contra el crimen organizado está siendo reforzado con el binomio guía-can que realiza una labor en beneficio de la población, reitera.
 
Los canes siguen un proceso de certificación constante, el cual con un sistema digital que registra sus resultados semana a semana; se obtienen promedios mensuales los que determinan si el animal está apto para poder salir a misión, para lo que requiere más de 85 por ciento de promedio.
 
Ese registro de certificaciones se convierte en el respaldo legal ante las autoridades judiciales.
 

El ciclo laboral de los canes oscila de siete a 11 años y posteriormente son sometidos a un programa de adopción, donde el principal objetivo es garantizar que el can pase su etapa de madurez y vejez en un ambiente relajado, con personas que le brinden el cariño y condiciones óptimas.

No obstante, lo más recomendable es que sea su guía quien lo adopte, por el gran vínculo emocional que existe entre ambos.

 

 
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