Como se sabe, el presidente Juan Hernández Alvarado, anunció hace unos días, que ningún contrato de energía térmica se renovaría en las mismas condiciones que existen hasta hoy.
Argumentó que ahora la energía con combustibles ya no es tan necesaria desde que el país logró pasar de 25 a 50 por ciento la generación de energía mediante fuentes renovables.
No obstante, ante el desacuerdo que existe en la negociación de los nuevos contratos, este martes se conoció que el gobierno analiza la posibilidad de comprar energía térmica a países centroamericanos como El Salvador y Guatemala.
Lo anterior se debe a que aún no se llega a un acuerdo en el precio por kilovatio/hora con los generadores de energía térmica hondureños.
Informes de prensa de la radio capitalina América aseguran que la oferta del Estado es un pago de 15.05 centavos de dólar por kilovatio/hora mientras que las térmicas nacionales exigen un precio de 19.73 dólar por kilovatio-hora.
A la media noche de este martes, vencen la vigencia de los contratos con varias generadoras de energía térmica, por lo que se debe llegar a un acuerdo de renovación o de cancelación de servicios con las mismas.
El gobierno y térmicas han sostenido varias reuniones en los últimos días, pero sin llegar a un consenso, por lo que la compra energía térmica a otros países es una de las opciones que se manejan en la mesa de negociaciones.
El director ejecutivo del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Armando Urtecho, indicó que si no se llega pronto a un acuerdo para renovar contratos con las empresas térmicas se corre el riesgo que mañana todo el litoral Atlántico se quede sin servicio de electricidad.
El Estado inició el proceso de renegociación con las térmicas bajo condiciones más favorables que las que se han venido cumpliendo desde hace más de 20 años, tal como instruyó el presidente Hernández a los funcionarios encargados del sector, encabezados por el ministro de Infraestructura y Energía, Roberto Ordóñez y el gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), Emil Hawit.
Una de las propuestas es reducir el costo fijo a cero, y que se cobre sólo por la energía que se adquiera a un valor de alrededor de 18 centavos de dólar por kilovatio/hora.
En la actualidad las empresas térmicas cobran mensualmente un canon al Estado aunque no hayan generado un solo kilovatio de energía bajo la figura de costo fijo en los contratos.
